RELEASE [MikoMina]

DÍA 2

-Tío Boruto-  El pequeño cachorro elevó los brazos pidiendo ser cargado, Boruto se inclinó y lo sostuvo en alto. Sonrió.
Adoraba a los cachorros, siempre se intentó mostrar amable y cariñoso con todos sus sobrinos, ellos lo amaban incluso cuando apenas podían hablar.

Su padre decía que era bueno mostrarse firme con las personas, pero esos pequeños ni siquiera eran una, eran cachorritos que siempre babeaban y pedían amor y cuidados. Por eso Boruto era incapaz de lastimarlos y ansiaba tener a sus propias crías para cuidarlos con cariño.

Solo que su Minato se había escapado.

Su corazón aun dolía por ello, su omega escapó junto con la cría de ambos ¿Cómo los iba a proteger así? ¿Cómo los cuidaría si no podía estar cerca? Era un dolor de cabeza y lo ponía de mal humor, lo hacía querer regresar al hospital y golpear a todo imbécil que no detuvo a su omega.

Pero bien, ya estaba hecho, había sido culpa de Boruto y de nadie más, aunque su cabeza aún se preguntaba cómo fue que Minato pudo irse como si nada sin levantar sospechas.

-Hablé con papá.- Anunció Himawari
quitándole al cachorro de las manos. -él podría conseguirte a otro omega.

-No quiero otro omega.- Dijo Boruto aun jugando con la manita del cachorro. - Minato es mi omega y lleva a mi cría.

-Creo que él ya dejó en claro que no quiere estar contigo.

-No, lo único que ha dejado en claro es que alguien lo dejó escapar... estoy preocupado por ellos, no puedo protegerlos si no sé donde están, estoy siendo un mal alfa.

Himawari dio un largo suspiro cargando al cachorro y meciéndolo para que este se durmiera, Boruto no entendía a su hermana, ella era una omega que ya tenía crías y se negaba a ver la mala situación en la que Minato se había puesto; sin su alfa y con un cachorro...

¿A dónde iría?

¿Cómo cuidaría de si mismo y de la cría?

Era tan estúpido que tan solo se fue dejando todo atrás por alguna razón absurda que Boruto se negaría a aceptar. Bien, no podía esperar nada de su hermana omega, así como no esperaba nada de Minato.

-¿No te has preguntado porque quiso escapar? – preguntó Himawari consiguiendo que su cachorro dejara de patalear.

-No importa.- Le sonrió - Cuando lo encuentre no volverá a hacerlo.