NOCHE 21

12 3 0
                                    

Minato era capaz de vestirse jodidamente bien sin la necesidad de ropa cara, él se veía perfecto con la ropa de Mikoto, tan elegante y hermoso que tuvo que apartar la mirada para que el ego del omega no creciera de más.

De cualquier forma Minato se cubría el rostro con una bufanda y un sombrero que encajaba perfecto con su vestimenta, y también había arreglado el problema de Mikoto, el traje que consiguió su hermana se había quedado en el departamento.

Cuando su hermana lo vio ella era una mezcla de enojo y sorpresa, no tardó en acercarse mientras que las personas de recepción hacían su trabajo, aun no llegaban los invitados, tampoco sus padres, así que solo habían trabajadores en el lugar, trabajadores y ellos.

-¡te ves realmente bien pero estoy muy enojada!- Exclamó ella. —¡Me alegra que hayas venido!- Le dijo a Minato cambando de emoción, aunque cuando miró de nuevo a Mikoto le lanzó su mirada molesta. -Tenías que salir de ese lugar, no te preocupes, pondré a Mikoto en una mesa donde nadie los mire. Hay muchas cosas que hacer aun y nuestros padres llegan en una hora, es mejor que empieces a ayudar, Minato, puedes sentarte en esa mesa, si necesitas algo pídele a algún mesero.

Su hermana lo arrastró lejos de Minato.

Mikoto intentó ayudar en todo lo que pudo, quería ser rápido para regresar con Minato, pero cada que solucionaba un problema llegaba otro nuevo, y cuando comenzaron a llegar los invitados la situación fue peor, porque su hermana parecía a punto de explotar. Mikoto  se concentró en el trabajo olvidándose un momento de todo lo demás por el bien de su hermanita, a veces ella era enérgica, pero sin duda Mikoto la quería viva y en una sola pieza.

Cuando por fin pudieron descansar ella se dejó caer sobre una silla.

Buscó a Minato con la mirada y lo encontró en casi una esquina, sorprendentemente Sarada estaba con él mientras devoraba las galletas que habían colocado a modo de cortesía.

Se acercó lo más rápido que pudo y colocó su mano sobre el hombro del omega en cuanto llegó. Jadeaba avergonzado, realmente estaba agotándose.

-Tus padres están afuera.- Anunció Sarada con la boca llena. -Minato y yo hablábamos de la rosa de Guadalupe.

-En realidad ella hablaba.- Aclaró Minato bebiendo de su vaso. -Me agrada, no suelo ver televisión así que...es como escuchar una historia dramática.

-¡Y aun no llegamos a mi favorito!- Casi gritó Sarada.

-Supongo que puedes acompañarlo toda la fiesta. Le dijo a su amiga y esta asintió. — Bien...tengo que ir con mi hermana, si no te molesta...

-Ve.- Dijo Minato alzando la cabeza para mirarlo. -De cualquier manera ya estoy molesto, así que no te preocupes por molestarme más.

-¿ah? — Preguntó.

-Vete Mikoto.- Mikoto estuvo a punto de reclamar, sin embargo su hermana lo arrastró lejos.

-Mikoto... -La voz de su madre sale como un lamento, ella extiende las manos y lo atrapa con aparente cariño. -Hace tanto que no te veía...

-¡Es mi regalo!- casi gritó su hermana. -Lo traje de mi para ustedes. Fue un dolor de cabeza así que espero lo aprecien, papá...

Su padre dio un largo suspiro y Mikoto se apartó de su madre.

Ellos seguían un poco enojados con él después de tanto tiempo, quizás la mujer lo haya perdonado ya, pero no su padre quien seguía mirándolo como si fuera una decepción.

No iba a disculparse, no tenía de que en realidad. Su padre extendió el brazo dándole una palmada en el hombro, como si todo estuviera bien.

-Me alegro que se estén casando de nuevo. - Bromeó. — Si quieren divorciarse algún día tendrán que hacer dos divorcios.

RELEASE [MikoMina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora