SANJI
-Te haré sentir aún mejor, te mandaré directo al jodido cielo.- Zoro simuló sostenerlo de la entrepierna, justo cuando sonó la claqueta del director.
-¡Corten!- Anunciaron en el set. Inmediatamente, Zoro y él se separaron.- La escena quedó genial, pararemos aquí por hoy.
Sanji salió del falso confesionario, recogió la ropa del suelo y se dirigió hacia sus asistentes. Ni siquiera se dignó a despedirse de su coprotagonista. Estaba de pésimo humor y definitivamente, si cruzaba palabra con Zoro solo empeoraría su día.
¿Por qué estaba así? Según la revista Vogue, Zoro Roronoa, el actor de 21 años más guapo del momento, había superado a Sanji en popularidad y carisma. Que le llevara el diablo, él mantuvo el puesto de actor más popular por 3 años consecutivos, no podían quitárselo solo porque Zoro protagonizó una serie que casualmente se hizo famosa.
Y ni siquiera era tan guapo. De hecho, tenía suerte de ser su compañero de rodaje en aquel proyecto. Si no fuera por Sanji, la serie no estaría siendo un éxito y él no habría salido del sótano de películas independientes.
Lo peor, es que Zoro sabía muy bien la imagen que debía proyectar hacia el público. Porque tanto en las entrevistas como en eventos, se hacía el servicial y amable con Sanji. Se hizo un jodido promulgador del fanservice a su costa. Lo toqueteaba todo el tiempo para que los fans hicieran edits y demás, y para su horror no podía detenerlo porque quedaría como un antipático ante las cámaras.
Ah, pero si tan solo lo conocieran en la vida real cambiarían de opinión. La verdad sea dicha, Zoro Roronoa era el ser más insoportable que había conocido jamás. Tan egocéntrico, tan imbécil. De no ser por su cuerpo, Sanji ya lo hubiera enfrentado, ¿pero esos músculos? Que miedo. No, gracias.
-Cámbiate y tomate un descanso en el camerino.- Le anunció Nami, su asistente personal.- Saldremos en una hora.
-A dónde.- Dijo algo distraído al ver como Zoro agradecía al personal del set de grabación para luego desaparecer por la puerta junto a su manager.
-Te lo dije ayer. Hoy es la cena de navidad con el elenco.- Cierto, lo había olvidado.
-No iré.
-Tienes que ir. Ya confirmé tu asistencia y además,...- Nami miró hacia otro lado algo incómoda.- Sabes que debes acercarte al resto de los actores, no queremos rumores maliciosos sobre tu temperamento, Sanji.
Suspiró. Nami tenía razón. Zoro solo le había complicado la existencia, más no era razón para dejar que afectara en su carrera.
-Mierda, está bien.
Iría, pero si el jodido peliverde le decía alguna idiotez, se largaría tan rápido como contar hasta cinco.
***********
La cena era un restaurante privado de Los Ángeles, exclusiva para que el elenco de Perdona mis pecados cenara en tranquilidad, sin el estrés continuo de los fans y las cámaras.
Sanji llegó elegantemente tarde (Nami se perdió en el camino por negarse a usar GPS), solo para ver que el resto ya estaba allí y ya habían cenado, incluido su archienemigo. Para colmo, el único asiento libre era el que estaba en frente del moreno. Bendita Nami, pensaría muy bien si merecía la cesta de Navidad que le daba cada año.
-Buenas noches, perdonen la tardanza.- Dijo con el intento de sonrisa Colgate que solía hacer cuando fingía alegría.
Respondió a algunos saludos de forma individual y luego se sentó.
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Perdona mis pecados (ZOSAN +18)
RomanceLa iglesia fue el hogar de Sanji desde siempre, así que vio natural seguir su camino hasta llegar a ser sacerdote. De hecho, le quedaba muy poco para ser ordenado como tal, pero justo antes de recibir su ansiado título, unos piratas entraron a la fu...