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DÍA 17: MORDIDA VINSMOKE SANJI / PEDRO
Sanji estaba más que feliz después de librarse de Law, hasta se pondría a regalar abrazos a cualquier extraño que pasara por su lado si no fuera por una cabellera anaranjada que resaltaba entre todo el grupo de personas que trataba de cruzar.
──¡P-Pedro!── Sanji duda por un momento de llamar al hombre unos años mayor que el ──¡Pedro, espera!
El omega ya está corriendo en la dirección del otro que no presta atención al llamado del más bajo y está apunto de cruzar si no fuera por qué el rubio se colgó de su cuello.
──¡Idiota te estoy llamando!── gruñe levante Sanji y el nombrado está rígido por un momento antes de sacar su encendedor.
──Un poco de fuego── el alfa no es de saludar y sigue extendiendo el encendedor ──O dejastes de fumar.
──Mhmm, no, solo que me olvidé── y valla que lo olvido pero en la casa de Trafalgar ──Ya sabes con eso de las clases y trabajos por entregar.
Se excusa el menor y sacude la muñeca como restando importancia, Pedro lo escucha atentamente todo lo que dice hasta captar la cicatriz que adorna la piel pálida.
──Pense que se borraría con el tiempo── en la voz del alfa se puede escuchar la tristeza y la decepción ──Fui un estúpido por at...
──Eso── Sanji mira la cicatriz y sonríe ──Si, yo tambien pensé que se borraría con el tiempo pero no lo hace y está bien ya sabes, tuvimos una hermosa amistad pero por... No importaba, solo lo hiciste en tu momento menos racional.
Sanji excusa el pasado, quiere enterrar esa parte de su vida y no culpar al felino por los errores de su padre y Pudding.
──Aparte de que me gusta, es como una pulsera── y a pesar de que la marca de dientes oculta una terrible historia Sanji la valora ──Llevo el recuerdo de que una vez estuviste para mi antes de que te fueras por muchos años.
──Sanji, yo lo siento...── Pedro trata de disculparse en lo que sus ojos se cristalizan y Sanji seca las lágrimas antes de que puedan escapar ──No podía estar en el mismo lugar.
──Nunca me preguntaste si yo quería que te fueras.... me dolió mucho tu partida── confiesa un poco lastimado ──Pero eso quedó en el pasado ahora quiero que me cuentes cómo estuvo tu vida fuera del país.
Sanji no puede culpar al alfa y sonríe en su dirección con la diferencia de que ahora toma la mano más grande entre las suyas y entrelaza sus dedos.
──Y antes de que puedas empezar vamos por un café en el Baratie, estoy seguro que el viejo estará feliz de verte.
El omega parlotea y Pedro está bien con eso, está feliz de verlo y a pesar de que la marca resalta la piel del pálido puede dejar de sentirse culpable y seguir el ritmo de Sanji desde ahora.
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