36 - Historia

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Quería vengarme del rey, pero no era solo él, no importaba cuánto hiciera o discutiera con Leonel para que dejara a esa mujer, parecía que nunca tendría un lugar a su lado y tampoco podía tener el lugar que tenía antes, parecía que nadie iba a permitir que regresará a tomar ese lugar.

Cuando los alfas tnían que formarse de inmediato para cubrir sus cargos y salir a la frontera yo también tenía que cubrir mi puesto en el castillo.

Fuí a darle la noticia de que trabajaría en el castillo a mi familia, mis padres estaban felices porque seguiría con la familia de los gatos y me quedaría en el castillo junto al rey, incluso tendría un puesto más importante que el de mi padre, pero en el fondo sabía que no era más importante que el de un alfa en la frontera.

Querían festejar antes de que tuviera que regresar al castillo, incluso estaban felices de que no tuviera que participar de la guerra, pero les dije que ya debía regresar de inmediato y que no había tiempo para festejos.

En el camino me detuve y miré en dirección a las colinas donde estaba la casa de Leonel así que fui en su dirección. No había vuelto a ir a su casa desde que supe que estaba prometido, bajé por las tejas de la casa con cuidado y pude ver qué Lau se acercó moviendo la cola.

_ Hola compañero _

Sus saludos eran tan animados como siempre, estaba feliz de volver a verlo. Todo el mundo me rechazó al saber que no estaba a favor del compromiso de Leonel, todo el mundo me dijo que no sea infantil cuando el rey ya había dado una orden.

Sentí una presión de peligro por la espalda, tome al Lou y salí de ese lugar rápidamente, algo pasó por mi lado y fue contra la casa.

¿Qué fue eso?, el golpe de esa enorme bestia activo los sellos de la casa y las bestias de tinta empezaron a salir de los cuadros, para enfrentar a ese Tamu. Una bestia de las montañas del norte, era difícil creer que una bestia tan grande hubiera llegado tan lejos pasando la frontera, había un olor a sangre en su cuerpo lo que me decía que probablemente los alfas que estaban en la frontera salieron heridos o estaban muertos. Mientras las bestias de tinta se enfrentaban a esa enorme bestia, Clarisa y Rouse parecían que estaban huyendo de la casa para alejarse de esa bestia.

No podía soltar a Lou o estaba segura de que esa cosa podría ir por él, podía llegar a Rouse y a esa mujer de inmediato, no lo pensé demasiado y salí en su dirección desde donde me encontraba.

Esa bestia sabía que estaba en su dirección aún así era claro que iba detrás de esa mujer y no entendía porque, pero tampoco me importó. Era una bestia enorme y podía sentir su presencia, sabía muy bien que yo no era rival para esa cosa, pero yo era más rápida, así que aproveche eso para salir hacia delante y tomar a Rouse y alejarla del lugar junto a Lou, mis ojos se cruzaron con los de esa mujer y pude ver cómo si entendiera la situación cambio de dirección. Ella también sabía muy bien que esa cosa estaba detrás de ella y distrajo a la bestia, Rouse apenas se percató empezó a quejarse.

_ ¡Ailin, tienes que regresar!_

Me detuve sabiendo que ya estaban seguros y baje a Rous y Lou.

_ ¡Esa cosa está detrás de esa mujer! _

_ Es por eso que tienes que regresar a ayudar a Claris, ella está en peligro _

Soy una mujer bestia, pero incluso esa cosa es demasiado para mí. Me molestaban sus palabras.

Hasta ese momento todo el mundo buscaba apartarme de Leonel, es claro que muchos ya sabían de mis sentimientos sin que yo tuviera que decirlo y ahora tenía que sacrificar también mi vida.

_ La prometida del amo esta en peligro Ailin _ insistió Rouse.

_ Entonces puedes regresar por ella y sacrificar tú vida si tanto te importa _

Sentía que todo el mundo tenía la culpa y en fondo sentía que quien menos tenía la culpa era esa mujer realmente, ella nunca trato de dejarme de lado y hacía un momento parecía entender que lo mejor era que alejara de su lado a Rosa y a Lou.

Presioné los puños y regresé por esa mujer, la enorme bestia ya estaba por alcanzarla. Leonel ya debía estar de camino solo tenía que distraer esa cosa y ganar tiempo. Eso creí hasta que vi que no había tiempo para nada sus garras estaban por traspasar a esa mujer y simplemente la peche de su lugar antes de que recibiera el ataque en su cuerpo, solo que yo lo recibí en su lugar.

El dolor era insoportable, ni siquiera pude hacer nada, solo tomar su lugar al final. Esa mujer corrió en mi dirección y empezó a usar sus habilidades para curar la herida, un dragón de tinta fue en dirección a esa enorme creatura está vez, al fin Leonel había llegado y un lobo blanco estaba con él, entre ellos esa bestia no duró demasiado y yo ni siquiera pude hacer algo.

Solo podía ver los pies del rey desde donde me encontraba, no quería morir de esa forma, pero el dolor se estaba volviendo insoportable y estaba en mi límite.

_ Ailin _ escuché la voz de Leonel, estaba preocupado _ ¿Cómo es posible?_

_ Ella me salvó antes de que esa bestia me atacará _ dijo Clarisa.

_ Puedo salvarla _ dijo el rey.

Sus pies se acercaron en mi dirección y sentí que me regresaba para ver qué estaba entre los brazos del rey.

_ Si no quieres morir solo tienes que tomar de mi sangre _

Claro que no quiero, sería estúpido querer aceptar que ese fuera mi final. Estaba llorando mientras suplicaba por mi vida.

_ No quiero... morir _ susurré como pude.

El brillo en los ojos del rey era asombroso como sé de repente tuviera el brillo del oro en ellos. No lo entendía, pero fue a mi cuello y después de clavar sus dientes tomo de mi sangre, se regresó y paso sus uñas por su piel dejando que una herida en su muñeca se marcara, al final me dio de su sangre y después de tomarla sentía como las heridas de mi cuerpo dolían menos. Cerré los ojos y cuando desperté estaba en el castillo en el cuarto de servicio que me habían derivado antes.

Tenía que agradecerle al rey por haberme salvado la vida, así que fuí en dirección a hablar con Gabriel, todo lo que tuviera que tratar tenía que ser a través de ese hombre.

_ !No debió darle su sangre su majestad¡ _ dijo Gabriel.

_ Ella no tenía porque proteger a la prometida de Leonel, su deber está en servir no en proteger _ aclaró su majestad.

_ Fue su decisión, ahora le queda un año o menos al haber entregado el sello y su sangre a esa niña _

_ Ya está hecho Gabriel, solo procede con el compromiso _

¿El rey estaba muriendo?.

Regresé a mis deberes sin siquiera poder agradecerle al rey y creí que estaría bien si aceptaba mi trabajo en el castillo, así que trate de hacerlo correctamente, aunque sabía que le debía mi vida, no sabía si le debía mi felicidad.

Deje de molestar a esa mujer después de lo que había sucedido y fingir que podía dejar mi egoísmo de lado, se volvió más fácil de aparentar. Gabriel me quería lejos del rey también así que no le servía directamente al rey, hacía tareas ajenas o de soporte.

Era un alfa podía tomar compañeros y al final a quienes tome eran las personas que el asistente del rey me derivó para servir en el castillo y Liam tenía que ser uno de ellos.

El rey murió sin haber dejado un heredero en la corona. Me sentía culpable de su muerte y más aún al año cuando se dio a conocer que Leonel era su hermano y había roto la maldición que lo apresaba y convertia en humano, todo gracias a que se enamoró de la santa durante las conquistas de Romenio.

El rey compartía la misma maldición y eso también fue lo que lo mató. No solo me sentía culpable, también lo era a los ojos de otros.

_ Su tan solo el rey hubiera vivido un año más, la maldición que compartía con su hermano se habría roto _ gruño Gabriel mientras me sujetaba lleno de odio contra la pared _ ¡No debiste tomar de su sangre, no debiste sobrevivir!... su majestad debería estaría vivo...

Podía ver sus lágrimas bajar por sus mejillas mientras me decía que debería haber muerto en el lugar del rey.

No correspondida ni como villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora