34- Reyes

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La linterna magica se apagó y en semejante oscuridad volvía a escuchar su voz.

_ Parece que la oscuridad deja ciego a los humanos_

No podía ver nada pero sabía bien que esa persona estaba cerca y el miedo en mi interior solo aumentó ante la desesperación de no saber que hacer para defenderme. Tenía otro sello de traslado en el bolsillo pero sabía que sería estúpido tomarlo si ese hombre bestia podía deshacerse de ellos sin mucho esfuerzo o de mí de igual forma, no podía hacer ningún movimiento en falso o me mataría.

Solo estaba atenta a los sonidos, sentí un hormigueo en la zona de mi cuello dónde estaba el sello de silencio y sin siquiera pensarlo retrocedí hacía atrás de inmediato por el susto, pise mal fuí a caer al piso de espaldas y sentí como mi cabeza golpeó contra algo, pero traté de no darle importancia al dolor y volver a levantarme, aún así, me sujetaron de los brazos y sentí un peso sobre mi abdomen que me dejaba en claro que tenía a esa persona encima mío.

_ Es su mágia definitivamente, pero ¿quién eres tú?_

Sentía como mi brazo izquierdo era sujetado por algo más frío y escamoso que me rodeaba la muñeca. Cerré los ojos ante el tacto de la mano de esa persona en mi cuello y supe que quería llegar a ese sello cuando me hizo llevar la cabeza hacia atrás.

No puedo creer que ese tonto sello de silencio me acaba de delatar, que me estuviera tocando me aterraba y solo podía quedarme quieta sin saber que hacer en medio de la oscuridad y sentir el ardor en el cuello de sus uñas pasando por mi piel con cuidado era aún más espeluznante, no tenia nada para poder enfrentarlo, lo último que hice fué suplicar casi como susurrando ante el miedo.

_ No quiero morir _

Oi su voz más cerca que antes.

_ Si un cadáver no sirvió de nada, entonces te necesito viva hasta que Celestin reciba está nueva invitación. Solo ruega que tú compañero envie el mensaje correctamente _

_..._

¿Llamar al rey por su nombre?, definitivamente el rey de las bestias tiene su propia historia detrás de todo esto y yo era tan tonta como para haberme confiado, como para terminar lastimandome y siendo la carnada de esa persona, que idiota.

Era un desastre, el rey no iba a ir por mí, él estaba inconsciente en su cama y aunque despertara nada cambiaría. Recordé las palabras del rey.

"También eres importante..."

Solo lo dijo por los territorios, ya debe saber que Dinai tiene todo sobre la expedición, es mejor no esperar nada, pero no era como si quisiera morir, más allá de que la diferencia de nuestras fuerzas, nuestras naturalezas y mi ceguera, traté de moverme pero fue inútil.

_ Tomaré su lugar _ murmuró.

Un segundo después sus colmillos afilados me perforaron el cuello y el dolor fué horrible, sentí como si me estuvieran clavando la carne y quemando mientras lo hacía.

_ ¡HAAAAAAA!..._

Al final me quedé en esa inmensa oscuridad sintiendo el eco de mi voz perdiéndose a la distancia mientras perdía el conocimiento. Un sabor horrible y metálico fue lo último que sentí antes de ese agradable alivió por estar perdiendo el conocimiento.

El rey nunca me dió de su sangre.

Unos rayos de luz llegaron a mi rostro y sentí la molestia por la claridad, trate de moverme pero el papito en mi cuello me hizo paralizar.

_...mmm_

Trate de acomodar la vista y lleve la mano a mi cuello, el tacto me dolía. Había sangre en mi mano, me habían vuelto a morder, ¿otro sello?.

No correspondida ni como villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora