12 deseos: Steven Grant

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✨🎊🎉Especial de año nuevo 2/3🎉🎊✨

Tu querido, dulce y tierno novio, Steven Grant, estaba parado afuera de tu departamento. Llevaba cargando una bolsa de papel con cosas para la cena que iban a compartir y en donde, había un frondoso racimo de frescas y jugosas uvas verdes. Él mismo se había encargado de buscarlas, quería que fueran perfectas, pues había planeado esto durante un par de meses. En su otra mano, llevaba un ramo de tus flores favoritas y llevaba puesta la chaqueta que le habías obsequiado en su cumpleaños, junto con esos rizos despeinados que tanto amabas colgando en su frente.

Llamó un par de veces a la puerta y a los pocos segundos, apareciste tú, luciendo una de las camisas que había dejado en tu hogar hace unos días con un suéter holgado y tu cabello suelto. A Steven, la imagen le aprecio encantadora.

—Hola, mon cher. Buenas noches. —sonrió y se acercó a ti para darte un dulce y tímido beso en las labios que tú correspondiste con gusto—. Esto es para ti. —con mejillas rojas, te entrego el ramo de flores.

—Ay, Steven, no debiste molestarte pero, me encantan. —suspiraste acariciando las flores y volviste a besarlo, haciendo que los rostros de ambos se volvieran un poco más calientes—. Por favor, pasa. —sonreíste y te hiciste a un lado para dejarlo pasar.

Steven asintió, mirándote sin perderse ni un momento de ti y te vio, caminando a la cocina y dejando las flores en un recipiente de cristal con agua.

—Puedes dejar las cosas en la mesa del comedor, ya está casi todo listo por aquí, solo debemos esperar a que la cena se caliente. —sonreíste y Steve hizo lo mismo, dejando las compras como le sugeriste y quitándose la bufanda que llevaba en el cuello.

***

Después de un rato y cuando habían terminado de cenar y había conversado un poco entre risas y anécdotas y unos planes que tenían para las semanas próximas, notaste en tu reloj que ya era la media noche y sonreíste.

—Feliz año nuevo, mi amor! —gritaste emocionada, levantándote de tu silla para ir a abrazar a Steven.

—Feliz año nuevo, mon amour. —respondió contento, devolviéndote el abrazo.

Cuando te alejaste de él, lo miraste sonriendo. —¿Sabes lo que significa esto, verdad? —le preguntaste levantando ambas cejas divertidas y Steven rió al verte.

—Claro que lo sé, querida. Es momento de pedir nuestros doce deseos del año. —exclamó sonriendo—. Déjame preparar todo, ¿por qué no buscas mientras alguna película que podamos ver? —te preguntó un tanto inseguro, sin saber si eso funcionaría y para su sorpresa y alivio, su asentiste.

—Claro, tan vez podamos ver una navideña o algo así. —reíste y después de dejar sus cubiertos y utensilios en el lavaplatos, caminaste hacia la sala para buscar alguna película, ya que Steven se quedaría a dormir contigo esa noche.

Steven aprovechó la oportunidad para ir a la cocina y, tomando dos vasitos de cristal, comenzó a poner doce uvas en cada uno, con la excepción de que, al tuyo en el fondo, le había colocado un anillo de oro con una pequeña piedra preciosa al centro de este. Sí, Steven estaba por proponerte matrimonio y, esperaba con todo su corazón que le dijeras que sí o, que no te llevaras el anillo a la boca por accidente.

Unos momentos después, Steven regresó a la sala, con ambos vasos en sus manos pero, sabiendo a la perfección cuál era el tuyo.

—Aquí tienes, mon cher. —te dijo tratando de estar lo más tranquilo que podía, entregándote el vaso con las uvas.

Tú ya estabas sentada en el sofá, cubierta con una manta y esperando a Steven para comer sus uvas y luego, ver la película.

—Gracias, guapo. —le guiñaste un ojo y Steven se sonrojo, sentándose a tu lado y tú lo cubriste con la manta—. Bueno, pidamos nuestros deseos entonces.

Ambos comenzaron a comer las uvas y Steven veía como, poco a poco, te ibas a cercando al anillo y se estaba poniendo tan nervioso que, su único deseo era que dijeras que sí a su propuesta y, que no te llevaras el anillo a la boca y cuando menos lo pensó, ya estaba por comerse la última uva.

Cuando llegaste a la doceava uva, Steven trago saliva al ver tus dedos tocar el anillo. Tú parpadeaste y frunciste el ceño al sentir algo frío y hueco y entonces, bajaste la vista al vaso, encontrando el anillo y tus ojos se abrieron de par en par. Miraste a Steven y él, ya estaba cerca de ti, intentando tomar tus manos.

—Steven... —tomaste el anillo, mirándolo anonadada.

—Querida, ¿t-tú te quiere-es casar con-conmigo? —te preguntó con todo el valor que logró reunir en ese momento y, notaste que sus manos temblaban un poco al acercarse a ti, las mejillas de Steven estaban calientes y rojas e incluso, contuvo un poco la respiración.

—¡SÍ, SI QUIERO CASARME CONTIGO! —gritaste emocionada y te lanzaste a sus brazos, llenando su rostro de besos y, de no haber sido porque Steven se logró sostener del respaldo del sofá, ambos se habrían caído al piso.

Steven parecía aliviado, y lo notaste porque cuando ambos se incorporaron, te acercó a él, abrazándote fuerte y protectoramente. —Te amo, mon amour. —sonrió, dejando un beso en tu nariz para luego, alejarse un poco y colocar el anillo en tu dedo—. Me acabas de dar la mejor forma de empezar el año. No puedo esperar a que seas mi esposa.

—Y yo no puedo esperar a que seas mi esposo. —sonreíste, acariciando su mejilla—. Buena idea lo de poner el anillo en las uvas.

—Tenía miedo. —Steven soltó una risita que hizo que sus rizos se movieran.

—¿De qué? —le preguntaste riendo también y tomando su mano en la tuya—. ¿De que dijera que no?

—Sí, y de que te fueras a llevar el anillo a la boca.

Ambos rieron por su comentario y tú, abrazaste fuerte a Steven, suspirando su aroma y dejando un beso en su mejilla. —Te amo, como no te imaginas, y me acabas de hacer muy feliz.

Escuchaste como Steven suspiró y, sentiste que te devolvía el abrazo, acariciando tu espalda dulcemente. Sin duda, ese año nuevo prometía cosas maravillosas.

***

Nota de la autora: Sí, amo a Steven Grant con mi vida entera y, siempre que tenga oportunidad de hacer escenarios donde me caso con él, lo voy a hacer jajajaja.

Acompáñenme al siguiente especial. nwn

Especial de año nuevo 2/3

Lo diré de forma simple y sencilla: Steven Grant, mi pedacito de cielo, eres lo más bello y hermoso que no existe en mi vida

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Lo diré de forma simple y sencilla: Steven Grant, mi pedacito de cielo, eres lo más bello y hermoso que no existe en mi vida. T E  A M O . ✨❤️🥺

Oscar Isaac's Paradise [EN CURSO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora