Caitlin consigue el trabajo de su vida, trabajando como científica de datos para un equipo de Fórmula Uno -El escape perfecto para una chica que viene de una mala roptura-. Pero en su nuevo entorno, Caitlin pronto comienza a preguntarse si este es r...
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"Coge tu abrigo, te llevo."
"¿Nuestra primera cita?" preguntó Caitlin con una sonrisa coqueta.
"Estaré afuera en cinco minutos."
El autoritario y sexy Seb está de vuelta, pensó Caitlin jubilosamente.
Sintiéndose eufórica, Caitlin prácticamente saltó de regreso a la habitación principal, dándole un vistazo rápido mientras llegaba a la puerta. Notó a Franny y Jon tomando asiento en una mesa llena de otros mecánicos.
Rápidamente se acercó y se agachó entre las dos sillas.
"Oh, ¡hola!", dijo Alex.
"Así que finalmente has decidido unirte a nosotros, simples mortales..."
"No empieces", advirtió Caitlin.
"Has bajado de tu alto caballo..."
"Los mecánicos miserables realmente no son lo suficientemente buenos una vez que has pasado tiempo codeándote con la realeza de Ferrari", dijo Alex con conocimiento. "Ten cuidado, no dejaría que los grandes jefes te vean hablando con nosotros si fuera tú."
"Oh, por amor de Dios, ustedes dos."
"Oh no, definitivamente no, podría dañar tu reputación."
"De hecho, no creo que debas sentarte con nosotros aquí en nuestra mesa", continuó Franny, todavía con una expresión de pura honestidad en su rostro, pero un destello brillando en sus ojos, "podríamos estar dispuestos a hacer una excepción..."
"Eh, sí, sobre eso. Seb y yo estábamos pensando en irnos, de hecho."
"¿QUÉ?" gritó, y luego, al ver la mirada de Caitlin, repitió en un susurro silencioso, "¿Qué?"
"Lo siento", dijo Caitlin, sintiendo un poco de incomodidad ante la mirada que también estaba recibiendo a cambio, "¡él me llevará a una cita!" dijo con una risa petulante y un emocionado movimiento de cejas.
"Oh, por favor", dijo Alex, sin molestarse en ocultar su mueca, "puedes guardar ese tipo de tonterías cursis para las noches en que Charlotte esté aquí... ¡no quiero saber!"
"Hablando de eso, ¿cómo es que no está aquí esta noche?" agregó Jon.
Caitlin titubeó. No tenía idea de qué excusa estaba usando Charlotte esta noche, ni de lo que se suponía que debía decirle a Jon al respecto.
"Tengo que irme", dijo, "hablemos mañana, ¿vale?"
Dándole una mirada confusa pero resignada, Jon asintió. "Sí, está bien."
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