𝐒𝐓𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐒𝐊𝐘 - 911 [Eddie Díaz]

31 - A salvo

911 | S5 - E10/11

Chris se fue a dormir y Eddie se quedó limpiando todo hasta que no pudo seguir, cuando fui a verlo tenía sus ojos llorosos y no quería mirarme, así que me quedé en silencio ayudándolo a ordenar la cocina. Cuando acabamos él se fue a su habitación y yo suspiré, vi el árbol prendido.

—Vaya noche —susurré. Fui a la habitación de Eddie y lo vi acostado sobre las tapas de la cama, aún tenía sus zapatos, me acerqué a él y me senté a su lado en la cama—. No olvides quitarte los zapatos antes de dormir —bromeé.

—Lo primero que nos enseñan en el trabajo es a no hacer promesas que no puedes cumplir —dijo.

—Es verdad que no sabemos lo que sucederá mañana, pero lo que hiciste fue reconfortar a tu hijo angustiado —dije al acariciarle el cabello.

—No soy aprueba de balas... Lo aprendí por las malas —dijo al girarse y mirar al cielo, entonces vi que lagrimas salían y se ocultaban sobre sus orejas. Tomé su mano y le deposité un beso a su dorso.

—Edmundo —dije al verlo, él me miró y le sonreí—. Puedo suponer lo que piensas, ser bombero es algo que te ha llenado, pero te ha traído riesgos. No puedo darte consejos porque no sé qué hacer, sin embargo, puedo decirte que cual sea tu decisión, estaré contigo.

Eddie me abrazó y al final nos dormimos así, al otro día Eddie fue a su turno de 24 horas, el cuál terminaría justo mañana, a las 7. Yo me quedé en casa con Christopher y Carla para pasar navidad juntos, sin embargo, Carla también tuvo que ir con su familia. 

—Vamos Chris, es hora de dormir —le dije, él se acercó a mi para abrazarme y yo le di un beso en su cabeza.

—Buenas noches, Tess —dijo antes de desaparecer en su habitación. Comencé a lavar los platos sucios y ordenar todo, al final me fui a dormir a la habitación de Eddie.

—Tess —me desperté y vi a Eddie sonriéndome—. Feliz navidad —dijo al darme un beso, sonreí y lo abracé.

—Feliz navidad —dije adormilada.

—Vamos, el capitán nos invitó a un almuerzo —dijo Eddie, este se fue de la habitación a despertar a Chris, yo me volví a sentir dormida cuando Eddie se acercó de nuevo a mí y me levantó en brazos, me puso en pie y me entregó una toalla, suspiré y fui a bañarme.

Cuando salí y me vestí, porque tenía ropa mía en el closet de Eddie, salí a la sala para ver a Chris muy bien arreglado.

—Vaya, te ves espectacular —dije, él río.

—Bien, vamos —dijo Eddie. Los tres salimos de la casa y subimos la camioneta, Eddie condujo hasta un lugar donde habían varías mesas puestas y estaban adornadas con temática navideña. Me bajé de la camioneta y vi a Bobby con Athena, Buck, Hen y otros que no conocía.

—Buck —dijo Chris cuando se apresuró en saludarlo.

—Ya lo decidí —dijo Eddie al mirar a Chris con Buck—. Voy a dejar la 118.

—¿Qué? —dije al verlo, él se veía conforme con su decisión.

—Es lo mejor para Chris. Él merece estar seguro de que su papá volverá a casa —dijo, entonces me miró y tomó mi mano, la entrelazamos—. Y quiero, además, pedirte que vivas con nosotros.

Eso me pilló por sorpresa, pero de la buena. Sonreí y asentí.

—Sí, claro que quiero eso —Eddie sonrió y me besó.

Pasamos una feliz celebración, compartimos entre todos, por supuesto a Buck le cayó mal la noticia de Eddie, pero lo entendió.

Una semana después pude terminar de ordenar mis cosas en la casa de Eddie, lo bueno es que no eran tantas, ya que acostumbraba a mudarme mucho.

Esa misma semana la capitana me llamó para que me postulase a ser sargento, si pasaba el examen me darían el puesto, dudé un poco, pues el problema de los sargentos es la vestimenta obligatoria del uniforme, pero veremos que sucede.

Un mes después ya había aprobado el examen escrito y oral, me dieron mi placa y lugar donde conseguir mi nuevo uniforme, Eddie por su parte seguía siendo bombero, pero de comunicaciones, su trabajo era informar a las personas a través vía Twitter, sobre los accidentes a los cuales acudía bomberos.

Sin saber cómo, nuestro día a día se volvió una rutina. Eddie se levanta a las 6 am para hacer ejercicio en una trotadora que hay en la habitación, yo me levantó junto a él para ducharme y cambiarme, después él se ducha y cambia y finalmente despierta a Chris. Desayunamos y Eddie va a dejar a Chis a la escuela, yo por mi parte me voy en mi auto hasta estacionarlo en el estacionamiento del departamento y ocupar el auto patrulla que me dieron bajo mi responsabilidad.

Cuando estoy en la oficina, me encargo de hacer todo el papeleo, y ahí sí luzco mi uniforme, sin embargo, cuando me mandan a campo suelo ocupar una camiseta negra sin corbata, una chaqueta algo holgada, mi placa cuelga de mu cuello como un collar hasta mi abdomen, también tengo unos pantalones y botines, al final parece más ropa militar oscura que uniforme, pero según el reglamento, estoy cumpliendo con los requisitos.

Cada cierto tiempo me llega un mensaje de la cuenta de Twitter de los bomberos de Los Ángeles, sonrío al pensar cómo estará Eddie en el escritorio aburriéndose.

Tres meses pasaron y Eddie parecía cada día más agobiado, intentaba hablarle del tema, pero lo evitaba diciendo que amaba su nuevo trabajo, que era más seguro. Lejos del peligro.

Una noche Eddie llegó a la habitación y se tiró a la cama boca abajo, hundió su rostro en las tapas.

—Creí que irías a beber con los chicos —dije al acercarme a él.

—No, es mejor venir a dormir directamente —dijo él.

—Eddie, habla conmigo, no te cierres en tu coraza —dije al acostarme en la cama junto a él. Eddie me miró y suspiró.

—Detesto ese trabajo, es tan aburrido. Y hoy cuando fui al bar y los vi a todos felices y festejando su hazaña. No me sentí parte de ellos —dijo al sentarse en la cama, me senté junto a él y le di un beso en la mejilla.

—Quizás te adelantaste un poco con tu decisión —dije al verlo, él suspiró.

—No, esto es lo que Chris quería, ahora estoy a salvo —dijo al levantarse, me dio un beso en la frente y se fue a la cocina.