29 - Reconciliación

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911 Lone Star | S3 - E8





Estaba en horario de trabajo cuando me llamaron, era de noche.

La llamada era de Enzo, el ex novio de mi madre. Me contó del accidente en New York, un repartidor iba conduciendo un auto cuando una mujer en bicicleta se le cruzó, la atropelló y ella no sobrevivió, sin embargo, su bebé si lo hizo.

Esa mujer era mi madre y mañana se haría un proceso fúnebre en New York. A los minutos después de colgar la llamada mi padre me llamó y reafirmó toda la información. Ellos viajarían de Austin a New York a las 9 de la mañana, ya que el servicio en la funeraria era a las 3 de la tarde.

Di aviso de esto a mis superiores y me dieron 5 días de descanso, sin embargo, debía hacer el papeleo después. Llegué a mi casa solo para hacer un bolso que me permitiría llevar ropa para 2 días, no quería quedarme más tiempo.

Me senté en la orilla de la cama y suspiré agotada, en eso vi mi celular y Eddie me llamaba.

—Eddie...

—Hola. Oye, como no haré un turno de 24 horas podías venir a casa y vemos películas —dijo, sentí que del otro lado de la pantalla estaba sonriendo hermosamente.

—Tuve complicaciones, debo hacer un viaje de urgencia a New York, posiblemente mañana llegue.

—¿Sucedió algo malo?

—Nada que te preocupe, solo serán dos días, cuando llegue te lo contaré todo, ¿sí?

—Está bien, te amo. Cuídate.

—También te amo —colgué la llamada y guardé mi celular en mi chaqueta.

El boleto de avión fue algo caro, pero era eso o esperar más tiempo. Hice un vuelo sin escalas y tardé 5 horas en llegar a New York, me quedé en un hotel mientras esperaba la llegada de mi padre y T.K, pero tras un accidente en el avión, ellos no llegarán a tiempo al funeral.

Me puse un pantalón de tela negra, una camisa negra y tacones negros, tenía mi cabello suelto y por nada iba a olvidar mis gafas de sol oscuras. Esperé en el cementerio y poco a poco fue llegando la gente, la mayoría personas de traje, abogados amigos de mi madre supongo. Cuando llegó el cajón y lo pusieron en el lugar, unas palabras de Enzo hicieron llorar a muchos, otra de una amiga y finalmente Enzo me llamó para hablar de mi madre, dado que ni T.K. ni mi padre estaban aquí.

—Claro —dije en voz baja al avanzar, estaba junto al cajón y este tenía un barniz muy hermoso, las flores, las decoraciones... 

No parecía real esta escena.

—Mi madre siempre se encargó de criarnos a T.K. y a mí de una manera buena, en estudios, ética y moral. Siempre fue una mujer que podía ponerse contra el mundo entero en un juicio y siempre salir ganando. Su firma de abogados ha sido la más exitosa de New York e internacional, como lo fue en china —dije al verlos a todos—. Doy gracias a todos por venir, porque esto demuestra lo maravillosa mujer que fue mi madre.

Después de ese discurso el cajón descendió y las personas poco a poco fueron yéndose, al final del día me quedé ahí sentada mirando el agujero donde estaba el cajón.

—Que horrible sonará esto, pero que curioso es que T.K. tu favorito, no haya sido el que dé el discurso que te despida, si no yo —me quité mis gafas y las puse a un lado, el atardecer ya mostraba una luz más suave—. Dicen que cuando alguien no se siente amado, lo sabe, pero se niega a aceptarlo. A veces pienso que tu confesión de que no me querías tanto me hubiese liberado en mi niñez, porque así no me hubiese esforzado tanto en demostrarte que puedo triunfar con mis decisiones... Mamá, ¿no pudiste esperar a decirme esa verdad? O a discutir más conmigo... O a decirme al menos por última vez, que me amabas pese a que no soy la mejor hija —reí sin gracia mientras mis lagrimas caían—. Estoy sola aquí, hablándole a la nada, y no importa cuánto grite, patalee o haga algo, no volveré a oír tu voz, ni a sentir tu calor... No volverás, aunque te llame. Aquí acabó nuestro tiempo para reconciliarnos.

Tomé una rosa blanca y me levanté, di unos pasos y dejé caer la rosa dentro del agujero.

—Te perdono, perdóname tú también. Te amo —dije, volví al hotel y descansé, a la mañana siguiente estaba en el aeropuerto de New York, mi padre me había llamado.

—Lamento que hayas tenido que vivir eso sola —dijo mi padre.

—No, estoy bien, lo necesitaba. Ya sabes, un tiempo a solas de chicas —dije, él río leve—. ¿T.K?

—Estará bien, tuvo su baja, pero la superó.

—Me alegro. Oye, debo subir al avión, espero que todo vaya bien allá.

—Todo está bien, pero estaría mejor si de vez en cuando vinieras a vernos.

—Lo intentaré —dije al reír levemente, colgué la llamada y de nuevo fui a Los Ángeles. Un viaje cansador de 5 horas que solo me hizo llegar a mi casa y lanzarme a la cama a dormir, pero pese a que mi cuerpo estaba muy cansado no podía dormir, el sueño no venía.

Me levanté y duché, salí de casa y fui a la casa de Eddie, cuando este abrió la puerta me hizo una seña de silenció por Chris quien dormía. Amos salimos al balcón y me dio una cerveza.

—¿Entonces? ¿Me dirás por qué crúzate todo el país? —dijo al darle un sorbo a la cerveza. Me senté en una silla de madera cercana.

—Mi mamá murió —dije al dejar la cerveza en una mesa que había cerca, lo miré —. Fui a su funeral.

—Tess —dijo al arrodillarse y ponerse a mi altura, lo miré a los ojos mientras él limpiaba las lágrimas que me corrían por las mejillas—. Lo lamento mucho.

—No te dije, porque necesitaba esto. Necesitaba ir sola y poder... Reconciliarme con ella —dije, mi voz se quebró y él me abrazó, me daba varios besos en la sien y cabeza.

—Está bien, estoy aquí para ti.

𝐒𝐓𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐒𝐊𝐘 - 911 [Eddie Díaz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora