Capítulo 6.

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06 |

Scarlet

Al levantarme hoy lo primero que hice fue revisar el maldito teléfono, ya era costumbre y es que desde hace tres días no sabía nada de Eva.

No me había llamado, incluso ni siquiera había respondido los mensajes de Alex.

Todos en las redes hablaban de la hermosa pareja que hacíamos y ni siquiera sabían que nuestra vida era un auténtico desastre en estos momentos. 

He pasado todo el día sentada con mi familia viendo reality shows en la tele y respondiendo comentarios de forma amorosa.

Mi vida no podía ser más patética. Y mi humor no podría ser peor en estos momentos.

— ¿Por qué huele a quemado? —dice papá y yo solo me regañé mentalmente.

«La puta tarta de manzana»

— ¡Scarleeet! ¡La tarta! —chilló Stella y yo corrí hacia la cocina. Y confirmado, se había quemado.

— Maldición, ¡no quiero comer tarta quemada!

No hago nada bien por lo que veo, no se por que lo intento con la cocina. 

Enojada subí a mi habitación y Alex entró minutos después y se sentó en mi cama mientras yo limpiaba las cuerdas de mi guitarra.

— Hermanita... creo que ya has esperado mucho — dijo mientras me miraba— ve a pedirle perdón.

— No tengo nada por lo que pedir perdón Alex, pensé que me apoyabas. 

El me miró como si quisiera decirme algo pero a la vez no pudiera.

—¿Que pasa Alex?

—N-ada yo, so-solo ve, creeme, intenta arreglar las cosas y Scarlet, Eva se merece una oportunidad.

Yo me recosté en la cama y miré el techo. Me dolía un poco la cabeza.

— Tengo miedo de que me vuelva a hacer daño Alex lo sabes...

— No lo hará, solo dale una oportunidad, venga — dijo mientras acariciaba mi pelo— Mañana tenemos el concierto y tendremos que viajar, ella debería estar presente.

— No se si será buena idea...

— Si lo es hermanita, por lo menos tu tienes a alguien que se interesa por ti...

— Uhh ¿Se puede saber de quién hablas? ¿Un nuevo amor? ¿Por qué nunca me has presentado a alguien?eh, "señorito misterioso" —me burlé y lo empujé de la cama.

— Mejor calla anda.

— Huye, huye antes de que sea demasiado tarde.

— ¡Valla que miedo! —Ironizó desde su cuarto que quedaba frente al mío.

(...)

Aveces cuando quiero cometer estupideces y se que podrían no salir tan bien digo esa típica frase "el que tenga miedo a morir que no nazca" pero es que esa frase en estos momentos describía totalmente mi situación actual.

Luego de una pequeña pelea interna conmigo misma decidí ir a pedirle perdón a Eva. Ya me asustaba un poco que hubiera vuelto a desaparecer.

Así que aquí me encontraba, delante de su hermosa casa de ladrillos blancos y rejas coloniales esperando a que alguien se dignara a abrir.

Eva

Lo admito, en estos momentos soy un desastre. Luego de tres días sin hacer absolutamente nada había decidido hacer una pequeña limpieza por lo que mi casa se encontraba totalmente mojada cuando sonó el timbre.

✓ Tan bonito y tan irreal (LGBT) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora