24 (Final)

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El invierno estaba permaneciendo con fuerza, colándose por su toga con un frío descomunal, estaba reunido a un lado del estadio donde todos se ponían la suya y se arreglaban para recibir finalmente su diploma de graduación.

Luego de su presentación había pasado una amena tarde junto a su familia y la de Jeongin, donde finalmente pudo conocer a sus abuelos de los que tanto hablaba cada que se veían. Su padre había insistido en asistir a la pequeña reunión y después de que su madre lo pensara junto a una amenaza sobre ser imprudente, estuvo ahí, conoció a Jeongin finalmente como su novio, y aunque se notó cómo reprimía sus expresiones, no hubo ningún comentario malicioso. Había sido un buen día, lleno de risas y sobre todo en familia junto a las personas que quería.

El examen de admisión a la universidad fue tan solo unos días después, que luego de tanta tensión se sintió liberado al darlo. Y unos días antes había tenido que hacer lo imposible por cumplir con trabajos y exámenes que no había dado en una de sus muchas ausencias, pero después de todo pudo pasar el año con un buen promedio a tal punto de esperar por su graduación.

No sabía quién había venido exactamente, así que se encontraba buscando a Jeongin entre sus compañeros sin éxito, no sabía dónde se había metido. Habían hablado recién estuvieron despiertos, pero no se habían visto, incluso estuvieron mensajeando hasta hace un momento, pero luego dejó de contestarle y se entretuvo ayudando a algunas de sus compañeras.

Escuchaba la voz del director de su colegio hablar sobre muchas cosas a la vez y realmente dejó de prestar atención cuando su profesora consejera que daba sus clases de química los llamó para una foto grupal. Nunca lo había dicho, pero adoraba la manera en que su profesora daba su clase, por eso nunca perdió química y era uno de los más aplicados en la materia.

Luego de la incómoda foto donde no sabía qué hacer y tuvo que ponerse hasta atrás por ser de los más altos, todos se reunieron en una columna junto a los demás salones. Estuvo buscando a Jeongin, pero no logró verlo. Igualmente estaba tan nervioso cuando los demás grupos iban avanzando así que rápidamente se olvidó de ello. Su grupo avanzó hacia dentro del estadio donde se escuchaban los vítores de personas; finalmente se sentó a esperar que llamaran a cada persona y entregar su diploma. Algunos profesores estuvieron hablando sobre el año y de su generación, alegando que aunque fue difícil lograron que la mayoría se graduara.

Algunas palabras más fueron dichas que lo lograron conmover al caer en cuenta que realmente se estaba graduando, finalmente una parte de su vida había llegado a su fin, y estaba listo para ver que le deparaba el futuro. Había sido un año realmente difícil, tuvo recaídas, lloró como nunca; sufrió mucho, pero al final encontró a una persona que lo hizo amar tan intensamente, curó cada una de sus cicatrices sin ser quien las abrió y las besó como una recompensa a su alma. Y en ese momento se sintió tan feliz, su corazón latía a mil por hora sin creerse ser tan afortunado de que alguien lo ame, porque cuando toda tu vida fuiste condenado a escuchar cosas negativas sobre ti, llega un punto en que también las crees, las haces parte de ti y se te pegan en cada parte del cuerpo como parte de tu piel y sientes que jamás podrás deshacerte de eso, pero ahora entendía, gracias a la terapia y a Jeongin, que eso solo era una capa superficial que mantenía su verdadero ser oculto. Así que al final aprendió que debe estar orgulloso de sí mismo por no ahogarse bajo el mar cuando fue aventado tantas veces sin saber nadar.

Procedieron a llamar a cada persona, pasaron uno por uno, su salón era casi de los últimos así que iba a tener que esperar mucho. Escuchó que pronto venía el salón de su novio así que prestó más atención, sacando su teléfono para esperar el momento justo en que lo llamaran para gritar con todas sus fuerzas, bastante raro iba a ser porque se encontraba demasiado callado, después de todo no hizo amigos, ni en su propio salón.

El Juego de los Hombres ─ JEONGJIN ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora