O5

278 39 16
                                    

Baila.

Sin importar lo ocupada que esté tu mente, baila. Si bailar te hace sentir diferente, entonces no debes detenerte. ¿Por qué razón debes dejar de bailar? Es el juego constante de tu cabeza contra la realidad.

Un juego de hombres al que no quiere jugar.

Entonces baila.

Sin previo aviso se encontraba en la oficina de su antigua academia de baile. No debería decirle antigua, pues aún no la dejaba del todo, ¿por algo estaba aquí no?

Esperó pacientemente a que se acabaran las clases del sábado para así hablar tranquilamente con la profesora Shin. Sabía que ella estaba feliz de verlo y hasta le pidió que la acompañara durante la clase dándole consejos a algunos niños que empezaban a aventurarse en este mundo, pero se negó, no quería saber de baile por el momento, aunque su cabeza se imaginara a sí mismo bailando la melodía que sus oídos escuchaban con tranquilidad.

Hasta el olor de el lugar se sentía como un hogar.

Al cabo de unos minutos pudo escuchar el alboroto de los niños corriendo, ya se habían acabado sus minutos de reflexión. No pasaron unos diez más para que tuviera a la profesora mirándole directamente pidiendo silenciosamente que hablara.

─He venido a decirle algo importante. Mi hermana a intentado convencerme y casi lo logra, pero mi mayor obstáculo está poniéndome la situación más difícil. 

─ ¿De qué hablas exactamente Hyunjin?

Su nombre siendo pronunciado con suavidad le causó un escalofrío. No era tosco y agrio. Era dulce y suave.

─No participaré en las audiciones.

No bastaron otras palabras para que la profesora lo entendiera todo.

Habían esperado, ambos, muchos años para este momento. Esperaron que él cumpliera la edad correspondiente para poder asistir al concurso de baile contemporáneo más popular del mundo. Y ahora estando tan cerca de la gloria, la realidad le golpea fuertemente.

La mujer se atragantó con su propia saliva y echó para atrás su silla intentando asimilar lo dicho. Se le veía realmente afectada.

─ ¿Es por tu padre, no? Sabes que no debe bajarte los ánimos Hyunjin.

─Es por eso, pero también estoy agotado, sobre todo mentalmente. Estoy viviendo una guerra constante con él y cada vez me consume más. Lo mejor es que no concurse yo, mi hermana puede reemplazarme, usted sabrá pensar en algo.

─Si te oyera decir eso te gritaría que no es cierto.

─Ella ya sabe que lo decidí completamente. Lamento mucho haberla hecho esperado tanto tiempo en vano.

Ella le sonrió con pena y tristeza. Pero luego cambió su rostro a uno pensante y decisivo.

─Entiendo tu decisión, pero, ¿puedo pedirte un favor?

Al asentir no esperó estar vestido nuevamente con sus ropas de baile (prestadas) y decidido a bailar una última vez con su instructora de tantos años.

Ella selo había pedido personalmente, ¿por qué negárselo?

'Chandelier' de Sia empezó a sonar en los parlantes.

Recordó aquella coreografía que habían hecho hace tanto tiempo y la sentía como si la hubiese aprendido ayer.

Se sintió feliz cuando sintió como su profesora se movía igual a él. Aquellos pasos sincronizados y los sonidos en el fuerte piso de madera eran parte de aquella icónica melodía.

El Juego de los Hombres ─ JEONGJIN ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora