Antes de salir de su habitación revisó debajo de su cama si la caja musical seguía ahí; en cuanto se aseguró, abrió el cajón de su mesita de noche y tomó aquel papel que su madre había lanzado al piso de la biblioteca. La analizó con sumo cuidado mientras se dirigía a la salida. Esa era la ficha de un huérfano. Cuando su mano tocó la manilla de la puerta, esta se abrió de golpe, lo cual lo hizo retroceder e intentó guardar la ficha en su bolsillo, pero su madre se acercó rápidamente y se lo arrebató de las manos.
- ¿Qué es esto, Kim Seungmin? - le preguntó incrédula. - ¿Por qué tienes esto? ¿Acaso entraste a mi oficina? ¡Kim Seung Min! ¿¡Qué hiciste!?
- Debo salir. - fue lo primero que dijo. Trató de esquivarla, pero ella lo sujetó con fuerza. - ¡Mamá, basta! ¡Debo salir!
- ¡No! ¡Debemos hablar! ¡No es lo que crees, Seungmin! Tu padre nunca... Él no...
- Ya lo sé todo, madre.
- ¿Quién te lo contó? ¿Quién te llevó hasta allí? Yo... - de repente se detuvo, como si hubiera tenido una epifanía. - Fue él, ¿no es así? Hwang Hyunjin te llevó a la biblioteca. Él te metió en todo esto. ¡Es su culpa!
Seungmin siempre vio a su madre como una mujer refinada, delicada y práctica. Parecía tener todo bajo control todo el tiempo. Se recordaba a sí mismo admirando esas cualidades de ella, cómo siempre mantenía la compostura y una linda sonrisa. Pero ahora veía a su madre hecha desesperación y locura, parecía un cúmulo de nervios y ansiedad, no parecía su mamá. Tanto su padre como su madre dejaron de ser lo que él creyó... Como si su vida entera fuese una mentira.
- ¡Te dije que me soltaras! - en un arrebato de miedo e ira la empujó. Su madre cayó sentada en el piso, y aunque Seungmin tuvo el impulso de verificar si estaba bien, sus pies se movieron rápido y salió corriendo de su habitación. - ¡Estoy harto de tus mentiras!
- ¡¡Kim Seung Min!!
- ¡¡Déjame en paz!!
Continuó corriendo con todas sus fuerzas. Temía que la mansión decidiera de repente cambiar y no dejarlo llegar al vestíbulo. Tenía que ver a Hyunjin, tenía que hablar con él. "Tengo que decirle que quiero irme con él. Quiero que me muestre el mundo a través de sus ojos y hagamos música juntos todas las noches. Quiero ver las estrellas a su lado, sentirme cerca a ellas y estar cerca a él. Necesito besarlo una vez más, abrazarlo hasta que se me quede su aroma impregnado en la piel y tocar el lunar debajo de su ojo para comprobar que es real. Hwang Hyunjin es todo lo que quiero, es lo único real que tengo, es mi único deseo".
Mientras Seungmin precisaba su deseos, Hyunjin subía las escaleras con la mayor rapidez que le ofrecían sus piernas. Su última conversación con Seungmin no podía ser una pelea, se negaba completamente a aceptarlo. Si Seungmin volvía a proponerle quedarse a su lado y vivir encerrados en aquella mansión para siempre, iba a aceptarlo, iba a arriesgar todo por su luz. "No me sirve de nada ver el mundo sino estás a mi lado. Las estrellas no brillarán sino veo tus ojos antes y tanto la luna como el sol me recordarán la belleza de tu sonrisa. El mundo entero me hará pensar en ti y será tormentosa cada noche que no te escuche tocar el violín. Ahora te quiero cada día y cada noche, porque te has convertido en la persona que necesitaba, en mi único deseo".
Cuando estuvo a punto de llegar al segundo piso, escuchó la madera de las escaleras crujir y de repente estas se movieron. Hyunjin trató de sujetarse, pero los escalones se volvieron planos como una resbaladiza que lo devolvieron al vestíbulo. Gritó pero nadie lo oyó, terminó tirado en el piso y se levantó para volver a intentarlo, pero ahí ya no había una escalera. Desesperado fue hasta la cocina. Recordó que había una puerta que llevaba al segundo piso, exactamente a la lavandería. Las escaleras intentaron hacer el mismo truco, pero esta vez Hyunjin pudo sujetarse de las paredes gracias a la textura de estas y los clavos de los cuadros que estaban ahí colgados. Con mucho esfuerzo llegó al segundo piso, bañado en sudor y con las manos adoloridas, pero lo peor fue cuando abrió la puerta y reconoció aquel pasillo. Estaba muy lejos de la habitación de Seungmin.
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La Mansión de los Deseos: 𝘎𝘭𝘰𝘣𝘰𝘴 | HYUNMIN
Fanfiction《Kim Seungmin se ve obligado a aceptar convivir con un grupo de huérfanos adolescentes en su mansión. Hwang Hyunjin pronto descubre que lo que realmente le preocupa al nuevo dueño de la propiedad no es que rompan algún jarrón valioso o dejen desorde...