Mientras más tiempo pasaba con Hyunjin, su vida se seguía asemejando a un sueño, a un recuerdo borroso y lejano, incluso irreal o inventado.
Había vivido toda su vida en aquella mansión; esta ya no podía confundirlo ni manipularlo, siempre creyó que era inmune a sus efectos mágicos, pero cada día que pasaba al lado de aquel chico, le hacía darse cuenta de que no es que la mansión no hubiera podido dejarlo embelesado todo ese tiempo, sólo había estado esperando el momento perfecto. La Mansión de los Deseos no tenía dueño, no tenía un jefe, era su propio amo.
Al abrir los ojos se sintió ridículo. Reconoció que estaba atrapado en un sueño. Las paredes parecían no tener consistencia y sus pasos eran tan torpes como sus pensamientos atropellados. Su audición recobró fuerza poco a poco. Dejó de escuchar el pitido persistente y este fue reemplazado por los gritos de sus padres discutiendo. Pudo reconocer el pasillo, se acercó al marco de la puerta de la oficina de su padre y se quedó ahí escondido en silencio.
— ¡¡Nosotros somos tu familia!! — gritaba su madre como una loca desquiciada. — ¡¡Sabes todo lo que tuve que hacer para darte un hijo!! ¡¡No puedes hacerme esto a mí, eres mi deseo, eres mío!! ¡¡Seungmin es tu único hijo y punto!! ¡¡Punto!!
— No puedes obligarme, Chaeryeong. Eres mi esposa, pero no mi dueña.
— Si adoptas a ese niño, me mataré frente a tu hijo. Te juro que lo haré.
Seungmin sintió su corazón latir rápidamente. Tuvo el impulso de asomarse e ingresar a la habitación, pero se quedó en el primer paso cuando vio a su madre arrebatarle un papel a su padre, para luego tirarlo al piso furiosa. Aquel papel terminó lo suficientemente cerca a la puerta, para que Seungmin pudiera darse cuenta de que era la misma hoja que él había recogido en la biblioteca.
— Me das asco — le dijo Chae al general. — Creí que había escogido al hombre perfecto, pero terminaste siendo como cualquier otro humano. No sólo me engañaste a mí, también has traicionado a tu propio hijo.
— ¿Realmente quieres hablar de quién de los dos le hace más daño a Seungmin?
— Te mataré si abres la boca.
— Al menos ya no tendría que vivir en este infierno y a tu lado.
El General fue hasta su escritorio, tomó un sobre y lo abrió, sacó unos papeles y se los tendió a su esposa.
— ¿Es tan descabellado para ti criar otro hijo? Tiene la misma edad de Seungmin...
— Aleja esos papeles de mí.
— Chaeryeong...
— ¡¡No aceptaré al hijo de una perra desconocida!!
— Pero es mío...
La mujer le arrebató los papeles furiosa y los arrugó con sus dos manos, lanzó la bola a la cara de su esposo y comenzó a llorar de frustración.
— Al menos déjame hacer algo por él. — tomó los brazos de su esposa, pero ella seguía llorando — Por favor. Sólo quiero donar a su orfanato para que pueda vivir mejor. Realizar actividades para que no le falte juguetes ni comida. Está solo en el mundo.
— Si alguna vez siquiera intentas traerlo a la mansión de Seungmin — miró fijamente a su esposo con sus ojos enrojecidos y le dijo — te juro que lo mataré.
Dicho ello se soltó del agarre del hombre que amaba y se dirigió a la puerta un segundo después de que Seungmin volviera a esconderse. El castaño corrió hasta la habitación anterior y se encerró con el corazón latiendo fuertemente en su pecho, apoyó su cabeza en la puerta y trató de regular su respiración.
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La Mansión de los Deseos: 𝘎𝘭𝘰𝘣𝘰𝘴 | HYUNMIN
Fanfiction《Kim Seungmin se ve obligado a aceptar convivir con un grupo de huérfanos adolescentes en su mansión. Hwang Hyunjin pronto descubre que lo que realmente le preocupa al nuevo dueño de la propiedad no es que rompan algún jarrón valioso o dejen desorde...