☁︎ Epílogo

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Hyunjin abrió los ojos nuevamente pero confirmó lo que temía... Seungmin había desaparecido.

Ni siquiera se preguntó cómo había sido eso posible, pese a que desapareció cuando lo tenía entre sus brazos; de todas formas seguían dentro de la Mansión de los Deseos, así que lo imposible era posible.

El fuego a su alrededor se iba apagando poco a poco. Ya no había techo al cual mirar, así que la luna lo estaba observando desde lo alto. Hyunjin se encontraba echado sobre el piso carbonizado. Antes de que Seungmin desapareciera creyó escuchar los globos que la señora Kim había puesto como decoración de bienvenida estallar a causa del fuego, y ese sonido en específico le recordó a los disparos que le dió a las llantas del auto donde sus padres fallecieron. Al parecer iba a morir después de ser juzgado en el limbo. Seungmin le había dicho que le quedaba una parte humana, así que debía ser esa la razón por la cual no podía moverse y sentía que le faltaba el aire después de todo el humo que había aspirado.

Volvió a cerrar los ojos con pesadez, de repente escuchó el pitido de una máquina y cuando abrió los ojos notó que estaba echado sobre la cama de un hospital. El techo blanco y las luces intensas dañaron su vista, como si llevara mucho tiempo con los ojos cerrados. No le costó entender que esa era la realidad, el mundo de los vivos, donde sus amigos habían muerto en el incendio y él había estado acá y en el más allá, es decir, en coma. En ese mundo Seungmin no existía, nadie nunca pudo verlo. Ahí ya no había nada para él. Estaba completamente solo.

Hyunjin volvió a cerrar sus ojos, se concentró lo suficiente e hizo su elección. Para cuando sus párpados subieron, nuevamente estaba en el limbo. Sólo quedaban las columnas de la mansión. Era increíble cómo el fuego había acabado con todo en cuestión de horas. Y en días había acabado con las personas que amaba.

Pese a que los escuchó estallar, vió siete globos de distintos colores dirigirse al cielo. Fue en ese momento que lo entendió. La mansión no tenía nada que ver con sus pérdidas. Todos eran globos que se perdieron en su camino hacia el cielo.

Hyunjin sintió una lágrima caliente deslizarze por su rostro. Cerró sus ojos con fuerza y deseó con todo su corazón que le dieran su segunda oportunidad.

"Nos volveremos a ver"

— ¿Chan?

¡¡Hyunjin, despierta!!

— Chan — dijo mientras se levantaba de su cama. Estaba en el orfanato. — ¡Chan!

— ¡Vámonos! — le dijo el mayor alterado. — ¡Fuego, Hyunjin! ¡Hay fuego!

Hyunjin tuvo un deja vú. Vió a Minho cargando a Jeongin en su espalda mientras corría hacia la salida, Jisung les seguía el paso. Detrás de ellos iban Changbin y Felix corriendo con las manos sujetadas. Hwang vió la quemadura en la pierna de Chan y lo ayudó a moverse hasta la puerta. Los colchones mantenían el fuego vivo. Todos lograron salir, pero Hyunjin aún estaba demasiado desconcertado como para irse. Entonces escuchó ese sonido... claro, ya lo recordaba. Ya recordaba todo. Dió media vuelta y vió los cuerpos de sus amigos envueltos en llamas. Ellos nunca lograron salir de ahí.

La mujer seguía tarareando esa canción insoportable. Hyunjin se acercó a ella con firmeza y la enfrentó con la mirada. Apretó sus puños en cuanto vió la caja musical entre sus manos y la escuchó decir:

— Espero que esta vez el señor, tu dios, te guíe a donde deberías ir.

— Llévame donde Kim Seungmin... Llévame donde mi deseo. Yo ya hice mi gran ofrenda, Mansión de los Deseos.

La Mansión de los Deseos: 𝘎𝘭𝘰𝘣𝘰𝘴 | HYUNMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora