Racquel va a tener que esperar un par de días para hablar con la familia de Jordan pues sus papás salieron de viaje, Liam me dijo que siempre le viene bien a su mamá alejarse un poco. Sigue siendo muy difícil para ella, desde esa noche ya no volvió a ser la misma mujer que yo conocí.
Aunque emocionalmente ya está mucho mejor, sigue siendo la madre que perdió a su hijo en un tiroteo y es algo que jamás va a olvidar.
Como supuse, Liam si sabía todo sobre la relación de Jordan con Racquel. Aún no sé ni siquiera por qué lo dude, siempre tuvieron una excelente relación. Solo le dije que hace unos días la vi, pero no que tiene un hijo de Jordan. Liam no puede saber de esa manera que hay un pequeño bebé que lleva la sangre de su otra mitad.
Racquel no tuvo problema en esperar, es poco tiempo. Llegan mañana por la noche, y quizá sea mejor de esa manera, para calmar un poco sus nervios.
• Ya que tú le dices mafioso. Para mi será Milo Lobito. •
Suelto una carcajada antes de responder la llamada de Emilio.
— Necesito verte mamita. En dos horas voy a mandar por ti.
— Vale. — Frunzo el ceño. Esa fue nuestra conversación y ya no sé qué pensar.
Ya que aún tengo dos horas de clases antes de ir a mi casa.
Isamar llega del colegio veinte minutos después que yo, comemos juntas y le cuento sobre el pequeño Fabián. También se sorprendió, pero por supuesto le advertí que nadie podía saberlo aún. Es peligro comenzar a hablar sobre él, ya que cualquiera que lo sepa, puede cometer una enorme indiscreción.
Mientras me arregló para ir a ver a Emilio veo el cuadro con mis fotografías con Stephen y mi nana si lo acomodó pues luce perfecto.
— ¡Hola! — Bala me abre la puerta y Águila me sonríe un poco cuando subo a la camioneta. — ¿Saben por qué quiere verme?
— Le pediste algo. ¿No? — Abro los ojos sorprendida.
• El profesor Milton. •
¡No me jodas! No pensé que lo fuera hacer así de rápido. ¡Mierda!
— Camilo y Emilio estando juntos son mejores que don Carlos. Han hecho mucho dinero, también se han metido en problemas con tu padre. — Ambos se ríen.
— ¿Y qué hay de su abuelo?
— Don Jerónimo es el viejo diablo de los Villalobos. Lo respetan, aunque se haya retirado hace mucho tiempo, incluso quiénes no están de acuerdo con sus reglas lo hacen.
— Es respeto peladita. — Suelto una carcajada.
Águila no habla mucho que digamos, creó que es lo más que me ha dicho, pero si se ríe. Al menos no es amargado. Jamás me imagine que este mundo fuese así. Divertido por el momento, pero peligroso de mil maneras posibles.
— Hola mamita. — Me da un beso en la comisura de los labios, pero tiro de él para que me bese bien y no duda en hacerlo.
— Hola mafioso. — Se ríe.
— Hola guapa. — Camilo me da un beso en la mejilla.
— Hola casado. — Me mira con fastidio.
Camino sin saber a dónde con ambos a mis lados. Al final de un pasillo hay una puerta como todas las demás, es una pequeña sala, pero no entiendo por qué está aquí si tienen un despacho mucho más grande. Entonces...
• ¡No me jodas! Esto es muy de película •
Asiento totalmente de acuerdo con mi conciencia. Camilo mueve la biblioteca que cubre toda una pared, pero realmente no solo tiene libros, hay algunas otras cosas de decoración. En cuanto entramos hay unas escaleras hacía abajo y esto comienza a darme miedo.
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DIGNO PECADO. (TP #2)
Teen FictionUn año transcurrió, siendo el comienzo de todo el resto de una vida sin él. • Me apagué un poco, pero me volví a encender, porque yo siempre puedo, siempre pude y siempre podré. •