CAPÍTULO 25.

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Estoy en la universidad, son poco más de las 11:00am y hasta que ahora veo a Alexa me doy cuenta de que no la había visto desde que Eliam la metió en su cama, de verdad se ve mal.

— Hola. — Me siento con ella y aparta la mirada secándose las lágrimas. — ¿Estás bien? — Finjo que me interesa.

— Eres una hipócrita. — Me suelta y alzo una ceja. — ¡Eliam es tu hermano!

—Si, es mi hermano. — Me llevo la mano al pecho. — ¿De verdad nunca lo mencione? Dios mío, soy la peor amiga del mundo.

—No, no eres la peor amiga del mundo. — Me espeta. — Eres la peor persona del mundo.

— Tú eres pésima investigando y una mosca muerta. Te vas a la cama con el primero que te hable por Facebook sin al menos haber visto sus fotografías o algo. Solo viste que Eliam es guapo y abriste las piernas. Déjame decirte que mi hermano no solamente es guapo, también es un hijo de puta que quería follarte solo por ser virgen. Él te dijo que solo sería eso, que tú lo hayas dejado y ahora estés llorando si es tu responsabilidad. Ese día en casa de Luke saliste corriendo ofendida por lo que haríamos. Al menos a Emiliano lo conoces desde tiempo atrás. No como a mi hermano.

— ¡Son iguales! ¡Son unos hijos de puta! — Me encojo de hombros.

— Por algo somos hermanos. No le interesas para más. — Me pongo de pie. — ¡Ah! Y te ves patética llorando por todo el campus. Eliam no va a venir a consolarte.

— Bella. — Tristán niega a modo de desaprobación.

— Ella se lo buscó al meterse con Eliam. — Va a decirme algo más pero mi celular nos interrumpe.

— ¡Bella, acaban de arrestar a Milton! Papá tiene un enorme operativo aquí. — Ya explotó la bomba.

— ¿Qué pasó? — Finjo no saber nada.

— Estábamos en clase y llegó Eliam a sacarme del salón, me llevaron a fuera con otros agentes, papá llegó y luego salió con Milton esposado. ¡Es un caos Bella! — Cierro los ojos suspirando aliviada. — Escuché que encontraron drogas entre sus cosas.

— ¿Y papá cómo lo supo? — Eso no me dijeron.

— No tengo idea. Eliam no me quiere decir nada, no he visto a papá y me dijeron que hoy no iba a regresar al colegio. — Cuando me despido de ella le cuento un poco a Tristán, realmente no sé mucho.

— Tu padre quiere verte. — Hago una mueca al escuchar a Ballesteros.

La verdad es que tardó más de lo que pensé en mandar por mí o en llamarme gritando que fuera a verlo. Me despido de Tristán y subo a la enorme camioneta blindada. Por supuesto que vamos a los cuarteles de la DEA. Y a diferencia de Bala que pasa desapercibido, papá nunca lo hace. Siempre envia por nosotras en la camioneta mas escandalosa que exista en la DEA, para que nadie olvide de quiénes somos hijas y de lo que él capaz de hacer solo con dar una orden.

— ¿Tuviste algo que ver con todo esto? — Me espeta papá y lanza sobre el escritorio fotografías.

Hay bolsas con pastillas de varios colores, otras con algo que parece cristal azul, otras con un polvo blanco que por supuesto es cocaína. La verdad es que no soy experta en drogas y no logro identificar todo lo que hay en las fotografías. Jamás me ha interesado probarlas. A lo más que llego es obviamente el alcohol y algunas veces el cigarro, pero más allá, no.

— Sabes que jamás he probado nada de esta mierda. No sé de qué hablas.

— Te decimos que Milton es el principal sospechoso de la muerte de Jordan. Días después recibimos una llamada anónima y encontramos esto. — Señala las fotografías. — Son casi cuatro kilogramos entre los distintos tipos de droga.

DIGNO PECADO. (TP #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora