CAPÍTULO 13.

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Los días siguientes no supe nada de Emilio. Esta vez no lo llamé pues no sentí la necesidad de verlo y supuse que se fue de la ciudad debido a los operativos que papá tenía. Obviamente debe cuidar no ser arrestado.

Papá llegó perfectamente bien de Tucson, pero veinticuatro horas después volvieron a viajar a Texas para otro operativo. En cuatro días incautaron cientos de armas y más de diez toneladas de droga. Quizá para algunas personas sea un gran avance, un ''gran golpe al narcotráfico'' sin embargo, para papá no es nada.

Steph llega mañana de Londres. Se suponía que sería hoy, pero tuvo que cambiar su vuelo y para no llegar de madrugada prefirió tomar otro un poco más tarde para llegar después de mediodía. La verdad es que me muero por verla.

Jayden S: ¿Salimos esta noche?

Trago saliva al leer el mensaje.

Jayden S: No me ignores Bella.

Yo: Vale, ¿A dónde vamos?

Jayden S: Paso por ti a las 8:00pm.

Eso no respondió a mi pregunta, pero la verdad no quiero quedarme en mi casa el sábado por la noche. Ya pasé muchos sábados en casa. A decir verdad, fueron muchos días y semanas en casa.

Me pongo un vestido de seda rojo con unos tacones de plataforma negros, algunos accesorios, un labial rojo, poco maquillaje en los ojos y listo. No importa lo que use, yo sé que siempre me veo hermosa y sexy, pero algunas veces quiero verme aún más.

Cuando veo a Jayden me muerdo ligeramente el labio inferior. La verdad viene vestido bastante común con una camisa azul claro con algunos botones desabrochados y jeans negro, pero algo me dice que no me voy a poder resistir.

— Te ves preciosa. — Me da un beso en la comisura de los labios.

— ¿A dónde vamos? — Frunzo el ceño.

— A mi departamento. — Suelto una carcajada y me guiña un ojo.

— ¿No era más fácil decirme que era lo que querías? — Se encoge de hombros.

— Quiero jugar un poco contigo, solo eso. — Sonríe con malicia.

Y vaya que se toma su puto tiempo para jugar. Solo me quita las bragas, me acaricia, me besa, pero no llega a más. Si piensa estar así toda la noche de verdad que me voy a ir.

— ¿Dedos o lengua? — No sé si me lo pregunta a mí o a él mismo. Aun así, yo miro su entrepierna, es eso lo que quiero. — Vamos arriba. — Sin dudarlo subo las escaleras delante de él. — Vamos a jugar Bella. — Mi corazón se acelera.

— ¿A qué? — Abre un cajón y saca un antifaz negro.

— Cuando pierdes un sentido los demás se intensifican. — Me cuesta respirar.

— Vale. — Si así me va a follar o tendré un orgasmo más rápido no me importa.

Primero nos desnudamos por completo y antes de recostarme en la cama me pone el antifaz y luego comprueba que no veo. Siento la punta de su pene lubricándose con mis propios fluidos, luego sus dedos en mi interior, sus labios en mis pechos.

— No muevas las manos. — Todo en mi cuerpo se acelera.

Aprieto las sábanas en mis manos cuando su lengua comienza a torturar mis labios vaginales. No poder ver intensifica lo que estoy sintiendo. Me olvido de todo el puto mundo, si está bien o no solo me dejo llevar hasta que ese anhelado orgasmo llega. No me arrepiento de haber dejado que me pusiera el antifaz.

DIGNO PECADO. (TP #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora