XI. Acabar

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Pasé las siguientes semanas dialogando con Fera y acompañando a Ailin en la bibioteca, pero mi relación con ella cada día se volvía más fría y distante, no la culpo, no la quería lo suficiente, pero ella tampoco. Aún así estuvimos así por un par de días más.

Le comenté a mi amigo José sobre los problemas de mi relación con ella.

- Mano, pero de verdad la quieres? o solo la quieres tirar?
La verdad no lo sé, creo que mi error fue adelantarme a entrar a algo con ella después de que me friendzoneara.
- Pues sí mano, no era para que estés con ella después de que te friendzoneo pero tienes que tomar una decisión, no es bueno estar con alguien que no quieres lo suficiente.
Tienes razón mano, lo mejor es terminarle.

Estuve pensando en cómo decirselo por unos días, incluso le escribí una carta, pero terminé desechandola, terminar por un texto es de cobardes asi que la cité para vernos.
Ya en el lugar planificado, olvidé mis palabras sintiendo con mi mano el calor de su entrepierna.
Ese día iba a acabar con nuestra relación, pero terminé acabando en un condón dentro de ella.

Era la primera vez que ella sentía ese fuego intenso, palpitante y sudoroso.
Ambos la pasamos muy bien. Y mis planes de terminar, solo le prolongaron una semana más.
7 días después de aquella cita en un cuarto de hostal, la cité en el paredero, y fue allí que por fin pude decirle y comentarle mi decisión. Ella lo tomó de la forma más serena posible, quedamos en ser amigos, nos despedimos con un beso en la mejilla, pero llegando a casa veo que me bloqueó de todas las redes sociales.
En fin, para ella no es posible quedar en buenos términos con un ex y cada uno estuvo en sus propias rutas.
Nunca más nos vimos, nunca más nos saludamos, nos despedimos para siempre.

Pasé los siguientes días extrañado de su sexo pero solo eso, y ella ya empezó a salir con un amigo de su aula.
Mis conversaciones con Fera apenas eran como las previamente vistas en el capítulo IV.
Nunca hubo indicios de mi parte o de su parte para tergiversar una buena relación amical que se estaba consolidando. Nunco hubo alguna señal, simplemente éramos amigos del día a día, cada uno con su propios infiernos y terremotos mentales.

Fera sabía que yo tenía pareja, siempre se lo daba a entender, así mantenía siempre al margen el fino hilo entre la confianza y el enamoramiento. Aún cuando terminé con Ailin, nunca le comenté sobre mi ruptura.
Así que un día equis, ella trató de convencerme para ir a la biblioteca a enseñarle lenguaje, yo me negaba alegando que mi tiempo era escaso cuando en realidad perferctamente podía.
Así la "paseé" por un par de días hasta que la continua invitación dió mi brazo a torcer llevándose consigo mi firme postura. 

A Bela ea FeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora