XXXII. Rong

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Pasé fiestas de viaje en el mundo de mis ideas y regresé a escribir en Febrero justo una semana antes de la citada acción que iba a hacer.

Preparé todo, alisté la ropa de mayor etiqueta que tenía, compré unos chocolates sneackers que puse en la misma caja adornada de las cartas. Solo quedaba esperar, hasta que llegó tan preciado y comercial día del año.

Estaba completamente nervioso pues, mi plan era pedir hablar con su mamá, presentarme ante su familia y finalmente entregarle el presente de desamor disfrazado de amistad.

En camino a su ciudad, vinieron a mi mente todas esas sonrisas que se dibujaban en su rostro cuando me veía, y todos esos abrazos que me arropaban de la fría ciudad Pachacútec.

Llegué al destino sudando entre mis bultos y el calor de verano, así que me metí al baño del popular mercado Villa para arreglarme y refrescarme.
Cuando salí una jóven me pidió mi número de celular, pero le dí mi perfil de Instagram.
Me despedí de la cordial señorita y me quedé viendo en mi feed una historia de Fera...

Me despedí de la cordial señorita y me quedé viendo en mi feed una historia de Fera

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Ninguno de esos gatos era Vinci, el gato vago de Ferita. Eran los gatos de un chico del cuál yo tenía desde hace mucho tiempo desconfianza, Rong. (cap. XVI)

Mi confianza en su último testamento quedó petrificada como mi semblante. No quería creerlo, no podía.

Aún así fui a su casa, ignorando aquella historia, pero a pocos metros del lugar, tiré la estúpida caja.
Caminé raudo al paradero, tomé un carro para Ventanilla, y con una música deprimente me eché a llorar.

"Otro soldado caído" logré escuchar en un rincón, miré agresivamente al sujeto de aquel comentario y subí el volumen de mis auriculares.

Al llegar a casa me duché y me puse a pensar en todo lo transcurrido desde el inicio.

Yo nunca le parecí una buena idea de pareja, ella solo tuvo un capricho por tener mi atención y afecto, a ella siempre le interesó Rong, y como en ese entonces Rong aún no era claro con ella, ella se metió conmigo.

Eso era todo, A ella le importaba un carajo si llegaba a enamorarme, ella solo quería a un chico chinito para dedicarle "ojitos chinos" como hizo conmigo. Ella solo quería a un chinito que le recuerde o se asemeje a Rong.

Por qué me hiciste esto Ferita?
Yo normal hubiera entendido tu juego si lo aclarabas desde el minuto 0.

Ya no que más que hacer, ni qué decir.

Me da risa que ahora recuerde todas las veces en las que yo era visto como "la Fera (Bestia)" y tú como "la Bela(Bella)". 


A Bela ea FeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora