Esa misma semana cogí un resfriado. Las amigdalas se me habían inflamado y la única forma de reducir ese malestar era inyectarme una intramuscular.
Aún así, había quedado con Fera en reunirme con ella nuevamente en la biblioteca. Por ende, cumplí mi palabra y la ví en aquel salón.
Estuvimos estudiando anatomía y psicología, ella me hizo una exposición del sistema endocrino y yo le expuse sobre las teorías del aprendizaje.
Mi malestar en la garganta incrementó y tuve que retirarme de la biblioteca en dirección al hospital sin antes preguntarle a Fera si quería y podía acompañarme, ella no se negó y me acompañó.En la puerta del hospital nos pidieron ponernos mascarilla la cual no teníamos, entonces llamé a mi mamá para preguntarle si podía sacarnos mascarillas a ambos, ya que ella trabaja en el hospital. Al rato ella salió de su zona de trabajo con las mascarillas.
Fera estaba avergonzadísima al ver a mi mamá pero terminó saludándola.Fui a sacar mi historia médica, mientra Ferita esperaba en las sillas azules del hold rodeada de pacientes en muletas.
Posteriormente ingresé al tópico para que se haga efectiva la aplicación de la intramuscular y no dolió. Para ser franco las inyecciones no me suelen doler así tengan lidocaína o no.
Al salir me reuní nuevamente con Ferita y nos despedimos de mi mamá.
El doctor me había recomendado descanso por esta noche, pero terminé saliendo con Ferita a caminar mientras el frío nuevamente atacaba mi desabrigado cuello.Tuve una salida más con Ferita, en la caminata ella empezó a hacerme un drama, alegando que yo la miro "grueso" o que la odio. Vaya opinión más fuera de lugar y de la realidad. Discutimos por un comentario que se malentendió, ella se dió vuelta atrás y se fué de mi lado.
Yo la miré y después de dos segundos fui tras ella y la cogí del brazo.Oye qué te pasa?
- Tú, que me odias.
Pero por qué dices eso?
- Porque me odias.
Claro que no, si te odiara ni siquiera estaría aquí caminando contigo.
- Es que me miras grueso.
Pero así son mis ojos, no me pidas que los abra cuando no puedo porque soy chino.
- Igual tú me odias.
Fera, empecemos de nuevo la conversación te parece?Hubo un silencio por 10 segundos hasta que por fin arreglamos nuestra pequeña escaramuza.
Un par de chicos se le quedaron mirando, pues la verdad es que estaba tan bella como todos los días, a ellos sí los miré grueso.
Llegamos a un bonito parque abierto, y allí estuvimos sentados hasta espontáneamente aparecen dos jovencitas vendiendo algun postre casero hecho de fresa del cual no recuerdo el nombre."No gracias" les dije pensando que quizá Fera como de costumbre me rechace la compra, vaya error.
- Yo quería esooo.
Pero por qué no hablaste? te quedaste callada y yo pensé que no querías.
- Es que otras veces no quería, pero hoy si.
Buenooo, mala mía entonces pues.
- Cuando nos vendan algo que me guste te miraré a los ojos, tendrás que interpretar mi mirada.
Está bien Ferita.Yo aún tenía la voz muerta pero eso quedó en segundo plano cuando nos dimos nuestro primer abrazo. Fue otra noche igual de mágica como la "inefable".
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A Bela ea Fera
Teen FictionLa bella y la Bestia (traducido al español del portugués) relata la historia de desamor entre Samuel, un joven escribidor romántico total con apego ansioso y Fera, una empedernida chica misteriosa con apego evitativo. Fera es y será tan indecifrable...