Epílogo

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Fera siguió viviendo su vida sin enterarse de los enormes escritos que por fin culmino, Rong por su parte sigue saliendo con ella, haciendola reír y sentirse amada como yo lo intenté.

Y yo... yo simplemente sigo siendo el mismo escribidor de siempre.
A veces bien, a veces mal, pero soy un guerrero y el dolor es mi alimento.

Nunca cambien sus formas de ser por largas y dolorosas penas que puedan llegar a vivir por chicos o chicas. Siempre sean los mismos, y por favor, no cometan mi error.
Nunca amen ni piensen amar a alguien sin antes lograr entenderse a sí mismos.
Vivan su juventud en paz y recuerden que Dios es testigo de todas nuestras acciones.

A Bela ea FeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora