Era 3 de Noviembre y quedé con Ferita en ir por primera vez a verla en su ciudad, la accidentada ciudad de Pachacútec. Al llegar al punto de encuentro ella me manda un mensaje de texto.
"Voy a tener que demorar media hora por lo menos, surgió algo en mi academia, si quieres puedes ir esperándome en la plaza cívica de Pacha". Estuve deambulando por calles que por primera vez conocía, recorrí el famoso mercado Villa, pasé por la casa de Fera, haciendome pasar por un extraño y le compré un agua mineral a su vecina la bodeguera.Caminé hasta la plaza, evadiendo la arena, los perros agresivos y los vehículos contaminantes. Al llegar, las vistas eran impresionantes. el cielo con parciales nubes estrato y un sol que solo embellecía mi estadía.
Un sereno se acercó a mi privilegiada posición en la sombra, y me preguntó si podía tomarle una foto, yo accedí y le tomé un par de fotos.
Poco tiempo después por fin llega Ferita, con una mochila ligera y el rostro cansado.Qué pasó? por qué demoraste?, todo bien?
- Sí, solo que no me habían avisado que hoy era día de examen, y pues tuve que darlo.
Ohh bueno, y cómo te fué?, me permites ver tu examen?
- Es que me da verguenza porque sé que algunas están mal.
Bueno, aquí te corrijo en lo que pueda.Sacó su examen simulacro y empezamos a debatir en cada pregunta ante la atenta mirada del sol que nos pegaba con esas intensas llamaradas. Discutimos, dialogamos, discutimos y nuevamente dialogamos por las diferentes respuestas que uno podía manejar hasta que nos cansamos y decidimos ir al otro extremo de aquella plaza, donde unas rotas bancas de concreto y madera nos esperaban.
Vimos un par de tik toks y hablabamos cuando llega al lugar un grupo de jóvenes vendiendo dulces.
"Cómprale a tu flaca amigo".Yo estaba dispuesto a comprarle un par, pero ella me sorprendió con una súbita respuesta.
"Nooo jaja, es un amigo".
Los chicos se alejaron mientras yo la miraba desconfiado.- Perdóname, es que no quería que tengas fama de chico misio.
Oye pero de verdad te iba a comprar.
- Es que igual no quería, creéme, no te molestes.Yo no sabía qué hacer en esa situación, ella me había negado después de tanto. En parte tenía razón porque hasta ese entonces no eramos formalmente algo. Así que se la dejé pasar, pero ya empezaba de desconfiar. Hasta que ella rápidamente me leyó el lenguaje corporal y me besó.
Cuando me besó, mandé al carajo mi orgullo, la volví a besar una y otra vez. Ella me hacía tan feliz que hizo que todas esas dudas se esfumaran.
De pronto un grupo de señoras con ropa deportiva a 30 metros de nosotros se pusieron a bailar un merengue urbano.
Me sentía completamente pleno con su presencia y eso me motivó a invitarla a levantarnos y bailar. Su respuesta a priori fue desalentadora, pero de todas formas la puse a bailar conmigo sentados y abrazados, mi mano izquierda en sus lumbares y la derecha alzando su mano izquierda al ritmo de aquel pegadizo estilo musical.
Cuando terminó el pseudobaile ya había oscurecido y se empezaba a sentir el frío intenso por la brisa marina. Así que caminamos de regreso a su casa, sin antes pasar por la salchipapera y comprarle una. Nos besamos y nos despedimos.
Y cuando ya estaba a punto de tomar un carro, nos besamos de nuevo.
Regresé a casa nuevamente feliz por aquel bonito recuerdo con Ferita.
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A Bela ea Fera
Teen FictionLa bella y la Bestia (traducido al español del portugués) relata la historia de desamor entre Samuel, un joven escribidor romántico total con apego ansioso y Fera, una empedernida chica misteriosa con apego evitativo. Fera es y será tan indecifrable...