XIV. Confusión

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Tenía miedo que Fera confunda las cosas, o peor aún, que yo mismo confunda las cosas.
Lamentablemente la mente empezaba a hacerse de una idea absurda.

Llegué a casa y mamá estaba en su habitación, le comenté que salí con alguien sin dar detalles y fui a la cocina para calentarme la cena.
No soy tan fan del arroz con pollo, y no porque no me agrade, me gusta, pero mi mente la condicionó como la comida de todas las semanas. Sin embargo, la comí con gusto, me sentía bien conmigo mismo, me sentía bien con la presencia de Fera.

Le escribí para corroborar si llegó bien a casa, y como de costumbre, me contestó rápido.
Hablé con ella de las mismas cosas, jodiendonos con chapas demasiado censurables que incitaban al racismo, clasismo, xenofobia, y etc.

Lavé los platos, saqué la basura como de rutina (me saqué a mí mismo) y me cepillé los dientes.
Finalmente me recosté sobre mi cama tratando de conciliar el sueño pero no pude.
Así que la llamé y me contestó.

Mi cerebro estaba demasiado aquel día y me quedé dormido después de dos horas de tertulia y "tortulia" (tortura psico). Fue a la mañana que recién me dí que me había quedado "seco".

Desperté y me alisté para ir a la academia sin antes dejarle un audio:
"YA, levanta levanta, no seas vaga".
Llegué temprano, como si algo raro estuviera pasando en mí, y ella recién se levantó a las 10hrs.
En el receso conversé con Aaron para preguntarle qué había pasado ayer.

Yo: Mano por qué no le hablaste o algo?
Aaron: No sabía cómo.
Yo: Mano tuviste que hablarle
José: Oe si mano ptmr, todos cumplimos nuestra parte.
Enrique: Ya pe chino dejas mal, te quedaste.
Alison: Oe si mano ptmr, Samuel ya te la quitó.
Enrique: Qué otra vez mano?
"Asu mano que serrucho eres".
Yo: Oe cómo hablan.

Obviamente lo decían en joda pero era demasiado incómodo para mí, y mucho más para Aaron.
Pero la verdad es que sí empecé a sentirme raro desde que salí con ella. Me sentí un mal amigo pero nunca dije nada ni me defendí.
Me gané malafama de atrasador por el simple hecho de salir con ella después que Aaron ni siquiera se ofreció a acompañarla y tuve que aguantar esa joda aún cuando Fera era solo mi amiga.

Aaron se notaba triste, sus ojos me decían indirectamente "No Samuel, otra vez no..." y no saben lo fatal que me puse, porque Aaron hace tiempo estaba interasado en Ailin y yo nunca me enteré de eso hasta que estuve con ella.

A Bela ea FeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora