XXIX. Días

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Buenos serían si ella estuviera aquí.
En el vacío fondo de mis traumas como de costumbre empecé a escribir poemas y canciones.
Quizá el amor me había cegado y me había hecho olvidar el principal motivo de vida del artista.

Jorge Luis Borges lo dijo un día:
"Todo lo que le pasa al artista, incluso las humillaciones, los bochornos, las desventuras, todo eso le ha sido dado como arcilla, como material para su arte y tiene que aprovechar todo eso, es el antiguo alimento de los héroes, la humillación, la desdicha, la discordia, todo eso nos ha sido dado para que lo transmutemos, para que hagamos de las miserables circunstancias de nuestra vida, cosas eternas que quieren ser eternas".

Tomé aquella pena y la transmuté en mi arte, en mis poemas, en mis canciones.
Ella en el fondo nunca me hizo daño, sería demasiado desagradecido de mi parte llegar a odiar a alguien que acercó la palabra de Dios a mí, me dió una calma que no puedo describir con adjetivos.
Ay Ferita, pudimos haber sido tan felices por tanto tiempo...

El calendario cada vez se hacía más reducido, y la fecha del examen de admision estaba más próxima.
En lo único que yo pensaba era en su ausencia, imaginando su presencia.

En uno de esos días entró a mi retina el recuerdo de aquella tarde hermosa que pasé con ella en las colinas de su ciudad alejada.

El cielo aquella tarde gloriosa parecía de ensueño, unas nubes gigantes bailaban al ritmo del viento y en el horizonte una porción el basto mar peruano

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El cielo aquella tarde gloriosa parecía de ensueño, unas nubes gigantes bailaban al ritmo del viento y en el horizonte una porción el basto mar peruano. Se podía ver con claridad islotes en las lejanías y pesqueros de baja mar.

No me gusta aquella ciudad, pero desearía volver a visitarla y pasar el rato con Fera.

"Ay mi pachacutana pudiente, mi Trujipuneña, mi Ferita, mi mocosa, te extraño como no te imaginas, quisiera volver a recorrer contigo esa plaza tan inhóspita y volver a sentir tus labios calentando los mios entre el resoplo de las inacabables brisas marinas que golpean fuerte cual galgo furioso y hambriento en una noche estrellada e iluminada por las luces de las casas en los cerros, y bulliciosa por el transporte y comercio. Sé que ahora estás enfocada en tí, y lo respeto, pero te deseo nuevamente aquí conmigo, para volver a hacerte sentir la dueña de mis pensamientos y emociones". - Noviembre 2023.

A Bela ea FeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora