En una ciudad donde las apariencias lo son todo, un grupo de amigos se encuentra en la encrucijada de la lealtad y la pasión. Entre risas compartidas y confidencias susurradas, se ocultan verdades que nunca deberían salir a la luz. JungKook, un miem...
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La atracción, la seducción, la caída en tentación... van siempre tomadas de las manos, una detrás de otra en ese mismo orden donde siempre el final es trágico... ¿siempre es así? ¿No puede haber una excepción?
En la cafetería de la universidad donde estudiaban, se encontraban las personas más diferentes entre sí y que aún con todo eso eran muy buenos amigos y se llevaban bien, quizás demasiado. Eran el típico grupo de amigos universitarios que iban a fiestas y se emborrachaban luego de largas horas bailando y tomando, siempre era común verlos en el cine o en algún local compartiendo entre ellos. Nunca faltaban las risas, siempre era común también verlos riendo con cosas que ellos contaban o bromeaban; sobre todo con las risas contagiosas de Hoseok, quien reía en ese preciso momento por algo que había dicho HaEun; otra de los integrantes del grupo.
— Es imposible no reír con él, es un caso aparte. — mencionó HaEun mientras reía a causa de la risa del chico; el mayor de todos, quien era un risueño, confidente y el que siempre te brindaba esa calidez cuando la necesitabas, ése era HoSeok.
— Y tú que lo haces reír con tonterías. — sonrió de forma algo sarcástica EunYoung; quien con su cabellera diferente y corta hasta los hombros parecía ser la más llamativa del grupo a la vista de todos.
— Ay Eun, ya deberías buscar una novia y dejar tu amargura. — se quejó HaEun mientras le lanzaba una de las papas fritas a la chica, quien la miró molesta.
EunYoung era la única del grupo con una... sexualidad diferente, la cual era conocida por todos sus amigos y no la discriminaban a pesar de que "ser homosexual era muy mal visto en esa ciudad" por lo cual todos lo sabían pero la ignoraban; a excepción de ellos, sus amigos.
— Chicos, ya dejen en paz a Eun... — regañó con suavidad y voz melosa la considerada princesa del grupo: YooJin. La verdad no era porque tuviese mucho dinero, sino por el hecho de que su vestimenta, personalidad y hermosura la hacían ver como una... YooJin era una persona con una belleza interior y exterior enorme.
Lo cual no era extraño que su novio fuese un tanto a la par de ella pero a la vez diferente. Jeon JungKook era quien podría ser considerado el bad boy de una novela juvenil, era alto y delgado con porte ejercitado, su vestimenta comúnmente era toda negra o a veces lo complementaba con denim; aunque casi siempre lo verías con sus botas negras y su motocicleta. JungKook también era parte de ese grupo de amigos, por lo que verlo en ese momento abrazar a su novia y darle un beso en la mejilla para hacerla reír suavemente por algo dicho en su oído no era raro.
— No te preocupes Eun, aún así estamos los amigos. — mencionó Hoseok luego de tomar la papa frita que cayó del rostro de la nombrada. Se la llevó a la boca y la comió a pesar de la nariz arrugada de ella.
