En una ciudad donde las apariencias lo son todo, un grupo de amigos se encuentra en la encrucijada de la lealtad y la pasión. Entre risas compartidas y confidencias susurradas, se ocultan verdades que nunca deberían salir a la luz. JungKook, un miem...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
——— •۰⸼ ۫ ৎ୭ ۫ ⸼۰• ———
En aquel momento en que empezó todo, en aquel primer instante donde sus ojos cruzaron miradas; unas miradas que demostraron más allá de lo que demostraban, unas miradas que se decían lo que ambos guardaban como un secreto... ninguno pudo haber creído que llegarían hasta allí.
Como cuando luego haber despertado juntos en la cama y sin ropa en aquel hotel, ambos se exaltaron cubriendo sus cuerpos, asustados por lo que habían hecho, sin saber que terminarían donde estaban parados ahora.
O como cuando JungKook le llegó por sorpresa en la biblioteca diciéndole que luego de varios días intentando olvidar lo hecho, él no podia sacarse de la cabeza la sensación que experimentó con ella. Mientras EunYoung tampoco había podido hacerlo, pero no le dijo nada. Allí las cosas habían terminado de hablarse...
Al menos hasta que JungKook apareció en casa de ella en plena noche, que por suerte era una donde su padre estaba prácticamente muerto en alcohol. Él le dijo que no podía, que por más que intentara, no podía simplemente olvidar lo que pasó; y que volvería a repetirlo si la ocasión se diera. Ese día EunYoung no pudo negar lo que ella también sentía, y fue allí donde se besaron y acabaron haciéndolo de nuevo sobre la cama de ella, en su habitación a oscuras, intentando guardar silencio lo más que podían.
Ese noche dio inicio a su relación secreta... y ahora estaban allí, frente al altar mientras JungKook decía sus votos colocando la sortija en el dedo de la hermosa mujer frente a él.
Con una sonrisa ella le respondió de igual forma, colocando la sortija en su dedo para así unir sus vidas de forma oficial.
— Por el poder que me concede nuestro padre celestial, yo los declaro marido y mujer. — dice suavemente el sacerdote mientras los ve con felicidad.— puede besar a la novia. — animó y JungKook de inmediato se acercó a ella para unir sus labios en un beso que los convertía en lo que siempre habian soñado.
— Te amo. — susurró en sus labios con una sonrisa feliz y ella sonrió ampliamente.
— Y yo te amo a ti, amor — respondió en el mismo tono.
Una vez voltearon los invitados les aplaudieron. No es que fueran muchísimos, pero sí los más cercanos.
Pudieron ver a HoSeok y a una HaEun con su panza ya abultada; estaban próximos a tener a su primer bebé y los tenía contentos. Por otro lado estaba EunMin y su actual novio; ambos cursaban aun la universidad y estaban próximos a terminarla. La madre de EunYoung estaba aplaudiendo orgullosa por su hija mientras a su lado estaba su nueva pareja; no tenían mucho tiempo juntos pero se veía que se querían.
Del otro lado los padres de JungKook se veían muy orgullosos de lo que había logrado su hijo con su propio esfuerzo, sacrificando cosas para obtener algo mejor. Su tía y su primo SukJae también habían asistido, y la primera le había obsequiado a la nueva pareja de casados un viaje con todo incluido que formaría parte de su luna de miel; ella era esa tía consentidora.
