En una ciudad donde las apariencias lo son todo, un grupo de amigos se encuentra en la encrucijada de la lealtad y la pasión. Entre risas compartidas y confidencias susurradas, se ocultan verdades que nunca deberían salir a la luz. JungKook, un miem...
۰⸼ ۫ ~Sospechas de lo que no puede ser ocultado~ ۫ ⸼۰
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
——— •۰⸼ ۫ ৎ୭ ۫ ⸼۰• ———
EunYoung salió del aula una vez terminó su examen final. Las notas se las entregarían en unos días. Suspiró, abrazando su libro al pecho. Al dar dos pasos fuera del aula, sintió que la presión se disipaba, pero ahora enfrentaba otra presión. Ayer por la tarde, casi noche, tuvieron noticias de su padre. Él estaba bien, pero aparentemente muy arrepentido, según dijo el padre de HoSeok.
No quería verlo, y tampoco permitiría que EunMin lo visitara. Conocía ese tipo de arrepentimiento por parte de su padre: él lloraría, les pediría perdón y, posteriormente, suplicaría a EunMin que retirara los cargos en su contra, ya que era el único familiar que tenían. Estaba cansada de esta dinámica. En su momento, ella lo había comprendido, pero ahora debía hacerle entender a EunMin que tenían a alguien más en la familia además de su padre: se tenían la una a la otra.
Salió de la facultad y sintió la brisa golpearle el rostro con suavidad. Caminó un poco más y vio a JungKook a lo lejos en su moto. Él estaba revisando su teléfono mientras tenía el casco sobre el tanque del vehículo. Con su cabello largo y su ceño fruncido, se veía muy guapo. Dio dos pasos para acercarse y hablarle, pero se detuvieron en cuanto vio que YooJin se le acercó para hablarle. JungKook levantó la mirada y se le notaba confundido.
Dio media vuelta al verlos y continuó su camino por la acera.
Ayer, después de que JungKook se marchara de su casa, ella le escribió para saber la razón. Sin embargo, él solo mencionó que necesitaba ir al gimnasio para encontrarse con su primo. Su primo quería hablar con él sobre la gestión del establecimiento mientras no estuviera en el país. Al final, JungKook aceptó la responsabilidad del lugar y esperaba poder empezar a reunir fondos para pagar su próxima matrícula.
Al llegar a la parada después de varios minutos caminando, se sentó en la banca para esperar al autobús que la llevaría a casa. Poco después, el autobús llegó y ella subió, pagando con su tarjeta. Caminó hacia uno de los asientos y se sentó, esperando a que el vehículo continuara su ruta y la llevara a casa. Miró por la ventana y vio cómo la lluvia caía ligeramente sobre los vidrios. Por suerte, había subido al autobús antes de que pudiera mojarse.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
