Epílogo ²/²

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۰⸼ ۫ ~El futuro nos espera~ ۫ ⸼۰
۰⸼ ۫ ~PART ²~ ۫ ⸼۰

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JungKook giró la llave en la cerradura con un clic suave, empujando la puerta de su apartamento con un suspiro de alivio. El día había sido largo y su cuerpo clamaba descanso. Sin embargo, un sonido suave y rítmico lo detuvo en seco. Eran balbuceos, pequeños y dulces, que flotaban desde el interior de la sala como una melodía lejana.

Sonrió.

Con pasos silenciosos, avanzó por el pasillo, dejando atrás el mundo exterior. Al llegar a la sala, la escena ante él le robó un suspiro de ternura. EunYoung, su amada, caminaba de un lado a otro con una paciencia infinita, meciendo en su hombro a la pequeña criatura que luchaba contra el sueño. La luz tenue de la lámpara de pie bañaba la habitación en un resplandor cálido, y en ese instante, JungKook sintió que todo estaba en su lugar.

— Buenas noches. — dijo suavemente. EunYoung giró viéndolo con los ojos en grande, estaba sorprendida. Le causó confusión ya que el ruido de la puerta podía oírse por la casa.

Quizas su pequeño la tenía tan agotada que este cansancio mismo se lo impidió.

— Oh, hola amor. Buenas noches. — emitió con suavidad, aun sin dejar de palmear al pequeño en la espalda.

JeonSang, su hijo, reposaba contra el hombro de EunYoung, sus pequeñas manos aferrándose a su blusa como si en ello le fuera la vida. JungKook no pudo evitar sonreír, el orgullo y el amor hinchándole el pecho.

EunYoung, queriendo sentir su presencia, le hizo una seña para que se acercara.

— Te estaba esperando. — dijo con voz suave.— la comida está lista pero no he podido servirte. JeonSang no quiere dormirse. Creo que algo le molesta porque está inquieto.

JungKook preocupado se acercó para depositar un beso ligero en los labios de EunYoung y otro en la cabecita de JeonSang.

— Ve a descansar, amor. — le acarició la mejilla y ella cerró los ojos relajándose un poco con su toque.— Yo calentaré la comida y me serviré. — se acercó juntando sus narices en una caricia y ella sonrió levemente.— Te has esforzado mucho hoy.

EunYoung cedió casi de inmediato, agradecida por la consideración. Con un último beso compartido entre risas y miradas cómplices, ella se retiró a la habitación para descansar.

JungKook cumplió su palabra, cuidando de su hijo y atendiendo las tareas del hogar con una facilidad que solo el amor verdadero podía otorgar. Y al terminar de comer con JeonSang sentado en sus piernas con más energías que en el día, se fue a la habitación para ver a su esposa terminando de ajustar el pijama luego de la ducha relajante que había tomado.

— Dame al bebé, le daré pecho para ver si se duerme. — el pequeño padó a manos de su madre y JungKook los miró con ternura cuando JeonSang recostó su cabeza en el pecho de ella.— ve a ducharte, debes estar cansado también. — él asintió y le dio un beso en los labios antes de irse al baño.

Deseo en la Sombra © JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora