Las locas historias de amor de una joven que lucha con su propia mente, a la que le teme, donde a veces se pierde por pequeños detalles hundiéndose en un gigantesco pozo y cree que no volverá a ver la luz de la realidad. Busca el camino de vuelta a...
Te has metido tan dentro de mí que junto al suspiro se me escapa el aire al verte marchar en cada despedida. No sales de mi mente, me estás enloquecido y va más allá de lo mucho que me gusta tener una obsesión constante que me saque una sonrisa ante poemas o melodías de amor. Eres más que la musa, que el pensamiento que me alegra los días, de tan feliz que me haces cuando estamos juntas, me dueles. Estoy borracha de ti, de tus gestos, tus sonrisas, tus caricias, tu manera de bailar, de rozar mi mano, de sostener mi cintura, de mantenerme cerca tuyo, de enloquecerme y hacerme temblar aun con centímetros de por medio. No tengo control y lo odio, te lo entrego en cada abrazo, cada beso. Esto solo irá a peor porque tampoco eres clara y en tu vida no tengo espacio más que para un pequeño puesto al que me rehuso hoy, capaz mañana acabes siendo propietaria de la poca cordura que me queda y hasta lo acepto. Necesito huir de ti, de este tsunami que somos si quiero salir viva, aunque signifique ser una cobarde que renuncia a vivir lo que podría ser la mejor de las historias de Disney... Abandono el carruaje pero en vez de zapatilla de cristal, en este cuento pierdo medio corazón, cuídalo como protegí ese tacón hasta encontrarte, a pesar de que ahora deba marcharme.
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