La historia de nunca acabar

12 2 0
                                    

Estoy cansada de estar cansada.
Quiero dejar de una vez esta cama pero no hay nada que desee hacer más allá de permanecer en ella.
Tengo los ojos, el cerebro, los oídos fritos de la televisión y absurdas películas, no quiero verlas más, pero me lascera el silencio.
Me hace pensar, me duele en la boca del estómago y siento el tsunami de pensamientos destructivos creciendo junto con la ira que hace explotar mis neuronas y las imágenes de ella, de su pasado, de cómo está siendo su presente, de cómo sería nuestro futuro. -¿Algún día tendremos eso?- ¿ Y cómo habrá sido con ella, y con él, o con la otra? ¿Cómo fieron sus viajes, cómo la pasó en las Bahamas, que hicieron, se divirtió, si busco entre sus fotografías la veré sonriendo como conmigo? Quiero tanto verlas, pero no, porque si las veo su sonrisa me hará dejar de querer verla aunque yo la haya provocado. Porque me gustan cosas exclusivas y exquisitas que no estan al alcance de cualquiera, que no todo el mundo puede lograr en alguien, ¿será acaso eso ella o solo es otra de nuestras insanas ideas? Ojalá lo fuera, siempre he querido... No sé. Estoy harta de todo, estoy cansada de este ciclo y no sé cómo terminarlo porque la culpa es mía y de mi locura pero no aguanto, se que si no es con ella será con la siguiente porque el problema soy yo, pero es insoportable esta forma de vivir. Ojalá hubiese una cuerda que me jalara hacia arriba cada vez que me empiezo a hundir sola en este pozo pero ¿quién va a lanzar la cuerda si estoy sola y me hundo porque quiero y nadie sabe ni sabrá lo que ocurre porque además no quiero que lo sepan? Buf, no quiero esto más. La vida me consume, me secuestra, me siento prisionera y no se ni de quién o por qué, aunque puede que tenga la solución para liberarme, claro, alguna pega debía tener para no haberla llevado a cabo ya, y es que sí, para completar soy una cobarde... Por eso me quedo aqui inerte "viviendo" creyendo que puedo ir dando lecciones de vida. ¿Cómo ella espera que la enseñe a vivir si yo simplemente lo olvidé de un día a otro? No quiero pensar más, ni sentir, ni llorar, ni seguir enloqueciendo, no quiero seguir con esta vida pero tampoco quiero otra, no tengo ganas ni fuerzas para ello. Quizás por eso estoy confinada aquí, quizás a eso que llamamos mala suerte simplemente es mi destino y hay que aceptarlo... ¿Cómo coño paro todo esto? Siento que voy a arder en enormes llamas y arrasar con todo a mi alrededor.
¿Cuál es mi solución de siempre? Simplemente tomar una pastilla y pasar el día desmayada sin sentir en absoluto, sin pensar, sin ganas de matar, sin romper a llorar, sin sentirme vacía e insegura o provocar incendios donde no se sí la cerrilla que lo prende es real o yo acabo de inventarla aturdida de tanto aburrimiento. Y hoy no, no quiero coger esa pastilla, me convencí a mi misma que no lo haria porque me pondria de pie y estaría en marcha este día haciendolo contar, llevando a cabo todo lo que sigo aplazando pero, ¿a quién engaño? No hay quien me levante de esta cama por mucho que me hastíe, ¿cual es el punto de levantarse, de arreglarse, hacer la colada, tener horario, tener una vida? ¿Cual es el punto de vivir? Me lo sogo preguntando y vada vez estoy más lejos de la respuesta. Me pongo a pensar y podría tener una buena vida, lograr grandes cosas, estar con la mujer que amo, conocer lugares nuevos de los que me decepcionaré en persona por no ser como en las fotos, un buen trabajo en lo que me gusta para al final descubrir que no me gustaba tanto o que no era tan buena en esto, probablemente descubrir a mi mujer engañándome o que el amor se esfumó (como que ella dice que todo acaba), y de nuevo estaré sola, perdida, en un país y una ciudad que no conozco ni me pertenecen, a donde no quise ir nunca de no ser por ella. Empezando de cero, y de peor, cansada de aquel trabajo o probablemente teniendo que cambiar, sin haber hecho ni una amistad porque no nos engañemos, mis amigos sólo serán los de ella, sin tener a quien acudir, sin verle el punto a nada, de vuelta a la misma cama solo que miles de kilómetros más lejos, y la misma ausencia de todo, la misma indecisión entre levantarme o no, porque otra vez, ¿cuál sería el punto?
¿Por qué sonreír? ¿Por qué a veces lo hago? ¿Por qué otras es imposible forzar un solo músculo a mostrar alegría? Creo que sonreír me hace sentir más muerta que viva, que solo vivo cuando exploto, cuando me jalo el cabello y me quiero morir y estoy al borde del abismo bañada en lágrimas e inmovilidad, ahí siento, puede que ahí..., sea un poquito libre, ¿cuál es el punto? ¿Vivir de ataque en ataque abrazando la locura? ¿Vivir mediante crisis de la mano del pánico? ¿Provocarme angustia para sentir algo en mi neurosis? Bueno, no creo que eso tampoco sea vida aunque sea mi definición. Puede ser que veo las cosas claras mientras más oscuras son... Como ahora. Esta claridad reducida a dolores, angustias y lágrimas, ¿por qué me roban la energía? Es como si fuera un espiritista que luego de hacer contacto cae desmayado, así me quedo, exhausta, seca, medio muerta, pero más viva.

Todas Las Mujeres De Donna II | En Proceso | Temática LésbicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora