(Donna y Cayetana)
Eres una de esas mujeres que de solo verte algo me susurró: corre tan rápido como puedas, no vas a salir viva de esta. Pocas veces me equivoco con ese presentimiento pero, ¿qué sería del amor sin tomar riesgos? Amante del peligro y de los futuros imposibles no tenía otra opción que lanzarme de cabeza rezando por poder cambiar mi predicción. Nunca me daba por vencida, no aceptaba que estábamos a destiempo continuamente, tenía la necesidad de que vieras lo perfectas que somos la una para la otra, aunque creo que me cubría la capa de invisibilidad de Harry Potter sin saberlo.
Llegaba siempre tarde a todo compromiso contigo porque me tiraba horas puliendo el más mínimo detalle en mí para que me vieras ideal. Los esfuerzos que hacía por tener el vestido perfecto para cada ocasión, solo comprándolo pensando en cómo acabaría volando hasta caer en el suelo esa noche y no ocurría. Cuando menos atención te daba, cuando me cansaba y paraba, cuando me rendía era que venías a llenarme de amor, palabras, caricias y cercanía. Hasta el color de la línea de mis ojos y joyería cambié porque fuera similar al tuyo. Un día me di cuenta que me estaba fallando y que si te enamorabas tenías que hacerlo de mí y no de algo que había creado para ti, retomé mi esencia y quedaste más que encantada, me llenaste de la seguridad que mil veces me sacaste. A partir de ahí te acercabas más, podía sentir 24/7 la adrenalina de tenerte en mi vida, eras una adicción, eras el área de peligro a la que siempre volvía encantada.
Todo me hacía pensarte, una canción, una poesía, una película y no hablemos de las tiendas. No había una que no pisara y de la que saliera con mil bolsas y una sonrisa para darte los caprichos que ni a mí me permitía. Nunca quería que te faltara nada y cada detalle de tu vida se me había fijado en la mente tanto, como para saber lo que podías querer, gustar o estabas necesitando. Admito que en esa parte fuiste muy agradecida y cada pequeñez que yo recordara de ti te hacía sentir especial, lo cual decías que yo también era y querías en tu vida pero aun así, tomabas de mí, solo de vez en cuando.
Ojalá hubiera sido todo real todo el rato y no cambiaras de idea al pisar tu casa. Ojalá hubieras vivido siempre siendo la versión que me atrapó y por la que me seguía quedando, esperando poder encontrarla de ocasión. Cuando por un largo tiempo y fuertemente la liberaste y éramos felices, decidiste secuestrarla y hacer como si nunca hubiera existido y nosotras tampoco. Tú misma lo percibiste, que lo estabas forzando, que para evitar que saliera tu realidad tenías que apartarme la mirada y me estabas haciendo mal pero ya había decidido por alguna razón que sería la última vez pero no querías. Por eso cuando sonó nuestra italiana canción que te gustaba oírme cantar, no te resististe y cruzaste toda la terraza para sacarme a bailar, permitiéndote olvidar a todos los queestaban mirando. Yo me lo pensé un momento pero tomé tu mano y reí en tus brazos como si no llevase horas llorando por tu causa.
Viví demasiado tiempo parada con la puerta abierta, sin saber si era mejor dejarlo todo o esperar un poco más a que finalmente funcionara, que fueras solo una Caye, la que me veía y directamente a los ojos. Solo me fui cuando mis gritos de auxílio se te hicieron silentes y tus actitudes no podían pedirme más alto que me rindiera. Conseguiste que me cansara de esperar que me percibieras, quebrarme cien veces a cambio de una corta época de falsa esperanza ya no me valía, cada vez se hacía más corto el efecto de tu droga, solo me sacabas lágrimas de sangre. Como supe desde el inicio, contigo volví a tener razón, no sabes lo que daría por haber estado en un error por poco que me guste perder, más perdí sin ganarte... No quería ser el amor de tu vida pero es que ni siquiera me dejaste ser una historia más. ¿Qué me faltó? ¿En qué me equivoqué si estábamos bien? ¿Sabes todo lo que causaste? ¿El desastre en el que permití me convirtieras? Sentí que sí y que lo disfrutabas. Jamás entendí tus semanales contradicciones. No imaginas cuántas veces clamé al cielo que me diera una oportunidad. Que me quitara la mala suerte y dejara por una vez ser yo la elegida en la vida alguien. Que me borrara la memoria. Que me permitiera volver al día que te conocí para no mirarte y quitarte la mano de mi mejilla y deshacer tu amarre en mi cintura...
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Todas Las Mujeres De Donna II | En Proceso | Temática Lésbica
Short StoryLas locas historias de amor de una joven que lucha con su propia mente, a la que le teme, donde a veces se pierde por pequeños detalles hundiéndose en un gigantesco pozo y cree que no volverá a ver la luz de la realidad. Busca el camino de vuelta a...