(Donna y Alex)
Si nunca acepté ser tu novia o te lo propuse, no fue porque no te quería, fue por quererte tanto que no sabía cómo poder un día mirarte y decirte "se acabó". Porque desde el principio lo supe, que acabaría en cualquier momento y quise ahorrarnos ese mal trago a las dos antes de hacer compromisos mayores. Porque no, no me enamoré, nunca estuve enamorada, pero quererte, te quise con toda mi alma, eras mi mejor amiga, y has sido mi única experiencia de "heartbroken". Es extraño que eso solo te lo haga vivir una persona que no amaste, pero... todo en mí es raro así que no se podría esperar otra cosa... Y para tu alivio, supongo que haber sido esa única decepción, demuestre cuánto te apreciaba y que no tenías que hacer todo lo que hiciste para lograr ver algo que ya tenías. Pero tengo muy claro que jamás te lloré por amor ni te extrañé románticamente... El día que te fuiste de mi vida para no volver fue muy inesperado y la ansiedad de no saber si volverías me estuvo matando mucho tiempo, porque hicimos 4 o 5 años de nuestras vidas, que fueran solo una, y no me acostumbro a los cambios, sabes que siempre hablamos que aunque termináramos permaneceríamos en la vida de la otra (y tú que te creías que eso sería porque yo buscaría un chico y acabó siendo porque tú te marchaste a buscar más...chicos, chicas, experiencias, simplemente más). Extrañé tu presencia y mi vida tal y como la había construido en esos años y sobre todo en los últimos meses, y no sabía cómo mantenerlo, recuperarlo, tener algo si quiera parecido y nunca lo creí posible, pero aprendí una vez más, que nadie es tan imprescindible, que no necesitamos más que a nosotros mismos para ser felices y que el mundo que queremos, está solo al alcance de nuestros pasos... Claro que cuando regresaste sin haber aprendido nada de ese tiempo, siendo la misma niña perdida, yo había cambiado, tú me obligaste. Ser la misma no podía, y no puedo, y estoy orgullosa de eso. Aquellas cosas que sentí nos hacían tan especiales, esa conexión y esas bromas internas que nadie jamás podría compartir, eso también lo encontré, con el tiempo me tropecé con una amiga con quien me sentí igual de bien y mejor, ella no se aburría de oírme hablar de lo genial que me parecía Danns Vega, ella vivía hablando de lo mismo... Aunque ella no me falló y yo técnicamente tampoco lo hice, de momento no estamos ya tan cerca..., y la echo de menos, y echo de menos que pasen las horas sentadas en un puente o en la parada del bus y nunca se acabara la conversación, sobre todo: que yo no lo deseara. Mas, tengo experiencia en esto, y si tiene que volver volverá, o llegará algo aún mejor... Es que esa "conexión" no es nada especial en una amistad, es solo cuestión de tiempo, conocimiento y de momentos compartidos, eso crea la complicidad (que no le he querido dedicar a nadie más). Tal vez por todo esto creo que no soy una de las personas a quienes los amores les rompen -o pueden romper- el corazón y quedan devastadas en rupturas, yo soy experta en eso con amigos, solo con ellos podría suceder una y mil veces aunque me aleje de ellos, siempre me encuentran... Esta es la razón de que siga creyendo ciegamente en el amor, y encuentre a nuestros días mitológica la palabra "amistad". Tú, Alex, eres la mayor razón.
ESTÁS LEYENDO
Todas Las Mujeres De Donna II | En Proceso | Temática Lésbica
ContoLas locas historias de amor de una joven que lucha con su propia mente, a la que le teme, donde a veces se pierde por pequeños detalles hundiéndose en un gigantesco pozo y cree que no volverá a ver la luz de la realidad. Busca el camino de vuelta a...