Sumergidas

12 2 0
                                    

(Donna y Estefanía)

Creo en el destino  como creo en ti y en mí,  en nosotras.  Como creo en la vida, en las cosas, y hasta en lo que ver no se puede.  Porque agradezco cada hora,  que hayas comprado ese billete,  que hayas tomado ese avión,  y que aun con ganas de no quererme  -para que al dejarme no se te rompiera el corazón,  te hayas permitido amarme  y dejar conmigo un trozo de él.  Agradezco cada kilómetro,  cada centímetro que nos separa y  la difícil vida que nos deparaba.  Porque pienso en otro modo de que esto ocurriera,  y me doy cuenta que no,  que no existiera,  ni aunque en el calle un día me pararas,  ni aunque a una cita te llevara,  no hubiera funcionado,  no seríamos nosotras,  no nos hubiéramos realmente conocido, no me habría enamorado. Tal vez dirás que por escritora afirmo, pero conocerte a palabras,  y que de mí,  fueran letras lo que te cautivara,  tuvo magia,  no tenemos suerte,  pero somos destino.  Gracias, mil veces gracias por esa belleza de locura que te colma,  que me da la vida,  porque no me imagino cómo sería,  si aquel mensaje no hubiera tenido respuesta. Tal vez fueran peores los días de no haber tomado este camino,  quizás mejores,  o puede que hasta nos hubieran vuelto a reunir si así hubiera venido escrito, pero particularmente averiguarlo no quiero,  pues mejor que esto que tengo,  sin dudas no deseo. En nosotras se cumplieron todos los sueños que conversábamos  y aquellas utópicas ideas sobre las almas,  sobre las hadas,  sobre edificaciones blancas sumergidas en agua, sobre haber vivido buscándoles explicación y que acabáramos encontrándola en el único cajón que no nos atrevimos a mirar. Ojalá tú sientas igual, y a pesar de las barreras,  y que el mismo destino, concretar los sueños nos ha impedido, tampoco tengas arrepentimientos  y te conformes guardando tu también, un trozo de corazón de guerrera, de una que no te va a dejar ir, hasta llevarte a devolver medusas al mar, o sumergirnos en él para regresar a nuestra blanca ciudad hundida... Por las que he muerto de curiosidad, con las que has pasado años soñando... Al parecer fue ahí, no sé cuándo, ni hace cuántas vidas, pero siento que ahí, nos besamos por vez primera, hicieron clic nuestros eternos destinos. ¿Cómo no creer en él después de tantas pruebas?

Todas Las Mujeres De Donna II | En Proceso | Temática LésbicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora