Pro Hero Metal Bat (Traducido)

Capítulo 13 : La película Entourage

El camino de regreso desde la oficina de la enfermera a la sala de observación fue sombrío en los pasillos vacíos del edificio principal de Yuei. A pesar de su personalidad jovial antes, su senpai mantuvo la boca cerrada mientras caminaba justo delante de Ochako e Iida para guiarlos de regreso con sus compañeros de clase. Si bien Tenya fue igualmente hablador antes con sus propios modales profesionales, sus labios estaban igualmente sellados. Ochako tomó los silencios de ambos como una señal para hacer lo mismo y, en cambio, se ocupó de jugar con el casco en las manos.

La pelea por la que acababan de pasar pasaba por su mente cada segundo que pasaba. Del rostro de Iida sangrando entre sus dedos y los brazos de Midoriya cayendo como serpientes en la cama del hospital. Del tercer piso casi destruido por completo por el chico rubio que no parecía tan intimidante y aterrador dormido como su trabajo le hacía pensar. No era así como quería comenzar su vida en la escuela secundaria o su vida escolar heroica. Midoriya y Bakugou no deberían haber arriesgado sus vidas en el segundo día del año escolar de Yuei.

Ochako tuvo que recuperar el aliento cuando su casco crujió entre sus manos apretadas.

"Si quieres hablar" – casi saltó de su disfraz y su piel cuando una mano cayó sobre su hombro, Mirio se quedó atrás para caminar a su lado – "Soy todo oídos. Parecía que estabas frunciendo el ceño. No puedo permitir eso después de todo lo que ustedes dos pasaron. No puedo permitir eso".

"Ah." Ochako no pudo evitar hacer puchero porque estaba siendo tan obvia con sus emociones, pero no apartó el brazo que descansaba sobre ella. "Lo siento, es que... no creo que estuviera preparada para esto. No estaba listo para pelear con ustedes hoy". Le hizo un gesto con la mano a Iida que caminaba a su lado. "Todo esto parece demasiado repentino. Creo que sólo necesito sentarme".

"Ya casi llegamos, no te preocupes". Mirio apoyó su mano sobre una de las de Ochako. "Ustedes ya terminaron por hoy. Todo lo que tienes que hacer ahora es sentarte y relajarte. Si quieres, podemos ver si All-Might te dejará volver a casa temprano; Él será más que comprensivo si no te apetece esperar una hora más hasta que termine el día. 'La libertad de enseñanza de Yuei' y todo eso".

"Gracias, pero no quiero dejar a todos tan de repente. No quiero amargar el estado de ánimo de todos y no quiero dejar a Midoriya mientras aún se está recuperando de sus heridas..."

"¡Uraraka, no deberías preocuparte por eso!" Iida se apresuró a intervenir con sus excusas, casi corrió frente a ella y detuvo su avance antes del pasillo hacia la sala de observación y el resto de su clase. "No deberías forzarte a entrar en situaciones para las que no te sientes preparado. Ninguno de nosotros te juzgará ni se ofenderá si regresas a casa temprano, y te aseguro que Midoriya no pensaría menos que regresaras a casa ahora. Estoy más que seguro de que aceptaría que te fueras temprano para cuidar tu propia salud".

La mano de Mirio fue reemplazada por la de Iida, el chico de cabello azul se inclinó ligeramente para mirar a Ochako a los ojos. Ella le devolvió la mirada en silencio, incluso cuando él terminó su perorata. Fue su expresión seria lo que la hipnotizó hasta hacerla guardar silencio, comprobando si había una vacilación en su expresión que traicionara su sinceridad y que ella no pudo encontrar. No fue hasta que finalmente vaciló, su mirada seria se sumergió en una de preocupación que Ochako se abalanzó hacia adelante y ató sus brazos alrededor de su torso, evitando golpear su cara contra el pecho de su armadura. "Gracias", fue todo lo que ella murmuró en su pecho hasta que él finalmente le devolvió el abrazo, después de sus muchos segundos de vacilación.

Después de ver a Iida ser atado a la ropa por un pilar y Midoriya cojeando con sus brazos solo para sostener los de ellos y asegurarles a la pareja que estaría bien, lo peor que sintió al salir de la pelea fue un hoyo en el estómago. No quería correr mientras ellos sufrían, pero no sabía qué podía hacer dentro de su propio estado de pánico. No tenía idea de cómo ninguno de los dos se mantenía unido, pero Dios, se sentía agradecida de que lo estuvieran.