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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐄𝐋𝐄𝐕𝐄𝐍
[🌱. 🗡. 🌷]
Aurelia hizo lo posible por observar su reflejo en el pequeño espejo que tenía en su mano, pero apenas y veía su rostro. Solo necesitaba una vista completa del hermoso vestido que le habían prestado.
No. . . Más bien, regalado.
Se levantó de la pequeña butaca donde se había sentado, y trato de verse a sí misma, encantándole lo que veía. Era un vestido azul cielo, holgado. Con mangas ceñidas hasta el codo y amplías, en forma de trompeta, desde el codo hasta la muñeca. En diferentes partes del vestido, se podían ver dibujos de lo que parecían lirios, y margaritas.
Nunca había visto o usado algo tan fino, se sentía como una. . .
—¡Lia!— escuchó que era llamada por Lucy afuera de la carpa
Se miró una vez más y salió con un poco de vergüenza; ambas hermanas estaban esperando a que se cambiara.
Al salir fue recibida por las sonrisas emocionadas de las Pevensie, y el grito ahogado de la menor.
—¡Pareces una princesa!— exclamo corriendo a su lado y tomandola del brazo— Pareces sacada de un cuento de hadas, eres como. . . Blancanieves.
Ambas niñas llegaron al río y vieron sus reflejos, la rubia tomó a la menor de los brazos y le dijo:
—Para mí tú te pareces más, Lu.
Una risa escapó de sus labios haciendo que el corazón de Lia se estremeciera de ternura, Susan se acerco lentamente hacia ellas.
—Te pareces a mamá.— le dijo la pequeña a su hermana
—Hace mucho que mamá no tiene un vestido así.
Lucy giró su cabeza hacia Aurelia y le preguntó:
—¿Tú mamá usaba vestidos como estos, Lia?
Susan sintió como un balde de incomodidad inundaba todo su cuerpo al oír la pregunta de su hermanita, ya que ella no sabía que la madre de Aurelia había fallecido, aunque en realidad era imposible que lo supiera, ella ni siquiera había nacido.
Miró a la de rizos con pena y trato de disculparse, pero Aurelia decidido responder:
—Hace mucho no veo a mi mamá, pero en mis recuerdos siempre la veo a ella como la reina que era,—una sonrisa nostálgica la inundó, a su mente llegó esa canción que siempre la arrullaba de niña— en un gran palacio y con hermosos vestidos como estos.
—¿No la ves desde que empezó la guerra?
Susan quiso que la tierra se las tragara a ambas allí mismo, pero Lia solo asintió, luego de lanzarle una mirada de "No tiene importancia."
