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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓
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______________𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐌𝐏𝐀𝐌𝐄𝐍𝐓𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐒𝐋𝐀𝐍 𝐄𝐒𝐓𝐀 𝐉𝐔𝐍𝐓𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐌𝐄𝐒𝐀 𝐃𝐄 𝐏𝐈𝐄𝐃𝐑𝐀 cruzando el rio helado- expresó el señor Castor que encabezaba la fila que iban formando
-¿Rio?
No esperaron a que saliera el alba cuando continuaron con su búsqueda del campamento de Aslan, Aurelia podía calcular que llevaban más o menos una hora caminando. El amanecer desde donde se encontraban era precioso, tan precioso como cualquier otra cosa en aquel mágico lugar.
Momentos como estos es en los que lamentaba estar huyendo por su pellejo, por qué se quedaría Justo donde estaba y se pondría a pintar aquella maravilla en el cielo y la grabaría en su mente para siempre.
Llegó un momento en el que decidieron detenerse en aquella montaña para ver el panorama
-El rio lleva cien años helado- señaló Castora dirigiendo su vista al rio
Los menores voltearon a ver el agua congelada y sintieron casi desfallecer al ver que aún les faltaba mucho para siquiera estar del otro lado del rio.
-Esta muy lejos- comentó Peter con una mueca
-Es el mundo, corazón. ¿Esperabas que fuera pequeño?
-Mas pequeño- pronunció Susan volteando a mirar al rubio con molestia
-Aqui van otra vez- y dejandolos con la palabra en la boca, Lia comenzo a descender con hastío y pisadas fuertes
No podía creer que en una situación así hallaran el tiempo de echarse las culpas entre ellos, puso los ojos en blanco y con cansancio trato de dejar la mente en blanco para no amargarse el día.
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Aurelia no sentia sus pies, ni un poco, en cualquier momento se tiraba al piso helado y se hacía bolita. Aunque para su fortuna todos iban callados, decidio posicionarse lo mas lejos posible de los demás y para no sentir tan largo el camino trato de distraerse con el paisaje a su alrededor, pero solo habian montones de nieve. Cosa que le recordaba lo vacia que se sentia su imaginación en ese momento.
-¿Agotada, Lennox?- inquirió Peter, que hasta el momento, la de rizos no sabía que tenía a un lado
-Habla por ti mismo, se nota que tus pies se arrastran solos- y para sorpresa del rubio no hubo acidez en sus palabras, hasta parecía sonar como una burla entre amigos
Palabra fuerte.
Pero Lia ni lo había notado.
El ultimo dia habia sido un vuelco de emociones en su interior, era como si el simple hecho de estar en Narnia calmara en su interior cualquier sentimiento de rencor o amargura en ella. Hasta se sentía más sabia y menos infantil.
