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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄 🕰. 📜. ✒️
_______𝐍𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐀 𝐏𝐑𝐎𝐓𝐀𝐆𝐎𝐍𝐈𝐒𝐓𝐀 𝐒𝐄 encontraba escondida en el peor lugar de todos, y lo sabia, pero ese chico contaba como si no tuviera tiempo. Ella definitivamente no lo tuvo.
Observaba varias veces hacia la habitacion como niña pequeña esperando a que saliera, se echo para atras de nuevo pegándose muy bien a la pared, se encontraba a un cruze de la puerta por la que habia corrido segundos atras, pero si lo pensaba mejor, el saldria al pasillo contrario y eso le daria tiempo de correr a un lugar mejor, ya que entre izquierda o derecha todo el mundo escoge derecha y...
-Sabes, pensaba que eras mas inteligente Lennox, tu conoces la casa mejor que nosotros- la rubia dio un respingón ya que de un momento a otro lo tenia enfrente suyo, el rubio reia descaradamente
-Lo dice el que no sabe contar. Te volaste del veinte al cuarenta- solto la ojiverde empezando a dejarlo atrás, las reglas eran que debia acompañarlo mientras encontraba a los demás, así no hacían trampa entre ellos
-Aun no sabes perder- comento corriendo detras de ella hasta quedar a su lado
La joven tenia su mirada puesta al final del pasillo, dispuesta a que el chico a su lado desapareciera, y con el, su molestia al ver que habia perdido, de primera, justo frente a el. Pero al oir su ultimo comentario no dudo en saltar a defenderse y volteo a mirarlo frenando el paso, ¡odiaba que le dijeran eso! ¡Le avivaba mas su rabia saber que habia perdido!
-¡Claro que lo se! Pero es imposible si quiera jugar un juego con alguien que lo hace tan mal- este solo la miraba divertido sin decir ninguna palabra, fruncio el ceño al no ver ningun insulto salir de su boca, ahora solo estaba confundida- No perdere mis palabras contigo.
-Tú eres la que esta peleando sola.- se encogió de hombros para seguir caminando dejándola ahora atrás
Apretó su boca con ganas de decir algo más, pero sabía que ahora se estaba viendo como una llorona así que tragándose su orgullo siguió caminado ya sin ganas de verlo.
Al tenerla a su lado de nuevo, el chico la observó por el rabillo del ojo como pudo, no atreviéndose a hacerlo por completo pensando que la contraria le gritaría, vio como su cabellera rubia, y como solían decirle, dorada se encontraba recogida por una trenza, pero diferentes cabellos rebeldes se soltaban y caían en su rostro dándole un aspecto un tanto desordenado. Seguramente por correr, ¿lo hizo siquiera? Eso ni siquiera debía contar como escondite.
Respiro hondo tratando de aguantar la risa y miro para otro lado.
Muchos años atrás le hubiera parecido una llorica por no saber perder, pero en ese momento sólo le causó gracia. Se preguntaba porque decidió seguir callada, la Aurelia del pasado le hubiera dicho y refutado la existencia, pero allí estaba a su lado, como si fueran amigos de toda la vida.
