Capítulo cincuenta y uno

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Era muy temprano pero Charlie ya no podía permanecer ni un minuto más en su cama, la cual nuevamente volvía ser tan fría y solidaria como antaño.

Este apenas había podido pegar ojo en toda la noche, ya que sin remedio, su mente no había dejado de dar vueltas a todo lo sucedido en la anterior.

De repente varios golpes se escucharon en su puerta, por lo que este se levantó finalmente y abrió,

-Señor...venga rápido, es su esposo-habló su empleada con cara de susto.

-¿Qué sucede con él?

-Ayer me dijo que lo despertase temprano pero por más que toco a la puerta no me contesta. Luego he intentado abrir con la llave pero no he podido

Rápidamente el alfa salió corriendo hasta la puerta de la habitación de invitados y la aporreó llamando a su omega.

-¡Way abre!, ¿Cachorrito estás bien?, ¡Abre por favor!-Gritó sin hallar respuesta alguna, mientras su empleada lo miraba asustada.

Tras desistir, dio unos pasos atrás y cogiendo impulso, golpeó la puerta con todo su cuerpo una y otra vez, hasta conseguir abrirla.

Con preocupación, este corrió hasta la cama, donde con horror vio un bote de pastillas vacío sobre la colcha y al omega totalmente inerte.

-¡Way, despierta!, ¡Way!, Oh cariño pero ¿qué has hecho?

Sin conseguir despertarle, este cogió el móvil del omega en la mesilla de noche y acto seguido llamó a una ambulancia, la cual llegó luego de unos angustiosos minutos de espera.

Dos sanitarios comprobaron que este estaba inconsciente, así que tras subirlo a la camilla, se lo llevaron al hospital para hacerle un lavado de estómago pues todo indica que se había tomado todas las pastillas.

Charlie solo tuvo tiempo de coger una chaqueta, su reloj y su cartera y rápidamente subió a la ambulancia también pues no había tiempo que perder.

De camino al hospital, el alfa cogió la mano fría e inerte de su esposo y la besó varias veces mientras angustiado le rogó que resistiera.

...-Por favor, cachorrito no me dejes de nuevo, por favor... por favor...

Instantes después, la ambulancia llegó a las puertas del complejo hospitalario y tras descargar al omega, este rápidamente fue llevado a la zona de urgencias, mientras que el joven alfa fue conducido a la sala de espera.

Totalmente destrozado, Charlie se dejó caer en una de las sillas y ahí rompió a llorar como un niño, hasta que de pronto escuchó el sonido del móvil en su bolsillo.

Extrañado pues no reconocía el número, este lo cogió y entonces recordó que con las prisas y el caos, no había cogido el suyo y se había guardado el de Way en la chaqueta.

El alfa descolgó por si era importante, aunque su omega en esos momentos no estuviera disponible.

-¿Diga?

-Amor, ya está hecho, vendrás hoy a verme, ¿verdad?

El joven empresario que se había quedado sin habla, volvió a mirar la pantalla.

-Hola...Way, pequeño...¿estás ahí?

Charlie finalmente reaccionó.

-¿Quién demonios eres tú?, ¿Por qué llamas a mi esposo?, maldito bastardo, dime ¿quién demonios eres?-gruñó furioso.

La llamada entonces se cortó de inmediato y aunque este rápidamente le dio a rellamada, ya no hubo respuesta.

-¿Quién demonios eres?, ¿Y por qué tienes tanta confianza con Way?

2. Babe - CharlieBabe  Omegaverse  TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora