CAPÍTULO 9

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Desde que ocurrió el incidente en el comedor Seshia dejó de asistir a las comidas familiares, en un inicio el Marques se molestó mucho al saber que su hija se comportaba de esa manera, sin embargo, trató de persuadirla de una manera delicada sin tener éxito.

Cada que el Marques intentaba acerca a Seshia, ésta gritaba y lloraba con fuerza terminando por echarlo de su habitación, el hombre de aspecto cansado parecía sufrir por el desprecio de su hija e intentaba un nuevo método al siguiente día.

"Cariño, ven aquí."

Mi madre sostenía una bufanda en las manos y yo al correr hacía ella supe lo que haría.

"Ultimamente hace frio por la noche, intenta no salir mucho al jardín después de la cena ¿Entendido?."

Con un beso en la frente se marcaba dicho mensaje.

"¡Vete!"

Tras ese único grito se llegaron a escuchar llantos e inmediatamente reconocí de quien era la voz, a pesar de ser una mansión grande Seshía demostraba que no había rincón alguno para que sus gritos no lleguen. Era así aún cuando estaba en el jardín y ahora que estaba en la segunda planta fuera de mi habitación el ruido era mas intenso.

Los gritos no tardaron en cesar al cabo de un momento y los pasos pesados de alguien se escuchaban no muy lejos de donde estábamos.

"Es mi hermana."

Mi madre intentó sonreír como si no pasara nada.

"Ella grita y llora desde que llegué aquí."

"..."

"Mi hermano tampoco quiere verme..."

Tras decir aquella oración sentía cierto pesar en el pecho.

Aron Agnes, mi único hermano que cuidó de mí en el pasado ahora me evitaba y dolía el solo pensarlo.

"¿Y si el Marqués también me odia?."

Las lágrimas que intentaba retener en los ojos estaban por traicionarme.

"Eso no es cierto."

En algún punto los pasos que se escuchaban antes terminaron y volteando hacía atrás observé al Marqués con una expresión confusa.

'Escucho todo.'

La marquesa observó a su esposo e hija y tuvo una idea para borrar el malentendido.

"Tu padre se encargará de arroparte esta noche, en lo que yo veré como está tu hermana."

Fue así como quedamos a solas el Marques y yo.

Sorprendentemente Seshía no rechazaba a mi madre como antes, podría decirse que incluso su relación con ella era mejor que la que tenía con el Marqués, incluso pasaba más tiempo en su habitación y aún así a mi seguía odiándome.

"..!"

Por impulso sostuve la mano del Marques al estar cerca ya que de esa forma mi madre se aseguraba de llevarme a la cama, sin embargo, mis acciones tomaron por sorpresa al Marques y me lamente en el instante al sentirlo tenso.

Justo cuando intenté quitar mi mano el Marques la sujeto enseguida y me guío hacia mi habitación sin decir una sola palabra.

"¿Señor?"

Las doncellas que esperaban dentro se sorprendieron al vernos entrar juntos y saludaron de inmediato.

"Retírense."

Una vez que quedamos solos por segunda vez el marques parecía estar perdido.

"Tengo sueño."

Dije al notar que ya llevábamos varios minutos de pie en la puerta.

"¡0h, si claro!"

Como si de un robot se tratase se adelantó en llegar a la cama para acomodar las almohadas y la cobija.

"Ven aquí."

Una vez cerca intentó cargarme al instante para posicionarme en la cama.

"¿Papá?"

Los brazos del Marques se detuvieron en el aire conmigo incluida, rápidamente señale los zapatos y el hombre se percató de su error.

"Lo siento."

Dijo para luego hacerlo por mí.

"Solía cuidar de Seshía cuando apenas era una bebe, pero no era tan difícil y Aron nunca necesitó de mi ayuda así que es mi primera vez haciendo esto."

El rostro avergonzado del Marques me trajo viejos recuerdos y no pude evitar reírme un poco.

'Olvidaste que estoy con la misma ropa que cuando salgo.'

"Sobre lo de antes..."

Una vez que ya no tenía los zapatos el Marques me acomodó con cuidado y puso la cobija hasta mi cuello.

"Yo no te odio."

Fueron palabras cortas, pero muy sinceras.

"No podría hacerlo."

El marques observó  a la niña frente a él y sonrió sin darse cuenta al ver cierto parecido con un hurón.

Aquellos ojos llenos de curiosidad brillaban incluso en la noche y un sentimiento agradable hizo que el Marques olvidara todo.

"¿Papá?"

El marques no se sentía incomodo cuando lo llamaban de tal forma, de hecho, podría decirse que le gustaba y eso era algo bueno.

"Mañana vayamos de paseo."

"¿Si?"

Asintiendo con la cabeza, el Marques creyó que era buena idea despejarse un poco, obviamente no estaba seguro de que vayan todos, pero estaba dispuesto a llevarse bien con su hija.

(...)

Las noticias de esto rápidamente llegaron a oídos de Seshia a través de pocas sirvientas que aún estaban en contra de las nuevas integrantes y el odio hacia su padre aumentaba.

Como confirmación a ese rumor, llegando la hora del almuerzo el Marques no se presentó en la habitación de su hija para arreglar las cosas, por las que cierta dama pequeña gritó de rabia lanzando maldiciones hacia su nueva hermana. 

"¡Todo es su culpa!"

"¡Papá jamás me había gritado!"

"¡Papá siempre estaba para mí!"

Las doncellas que ingresaron para limpiar la habitación quedaron consternadas ante tal actitud.

"¡Fuera!"

Seshia corrió de inmediato a las sirvientas y se quedó solo con las que estaban de su lado.

"Señorita, debe calmarse."

Pero por mas que dijeran algo la niña no escuchaba.

"A este paso perderá a su padre."

"...!"

Las quejas y los llantos se detuvieron.

"El señor intentó muchas veces acercarse a usted dejando de lado a esa niña, pero si usted no lo perdona entonces estaría perdiendo."

"¿Qué?"

Seshia odiaba a su padre por haberle gritado frente a su hermano y su madre a causa de la niña nueva, por tal motivo no quiso verlo ni escucharlo en cuanto éste venía a buscarla, pero eso no significaba que quería entregar a su padre a esa sucia.

"A este paso esa cosa intentará quitarte al señor."

Aquellas palabras quedaron grabadas en la mente de la pequeña quien únicamente repetía.

"Quitar."

"...?"

Las doncellas no entendían lo que su señorita decía.

"Ella quiere quitarme todo."

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