"¿Qué sucede, doctor?"
"..."
En este momento una de las habitaciones de la mansión estaba repleta de gente esperando alguna noticia, entre caballeros, sirvientes y la familia del Marques, cada uno con pensamientos y deseos distintos, pero la expresión del médico no ayudaba a liberar la tensión.
"La herida en su pie izquierdo claramente se ve infectada."
El rostro sorprendido de los presentes al ver como la piel blanca de la señorita se teñía de negro a través de sus venas les hacía pensar cuán doloroso ha de haber sido.
Para esto la marquesa ordenó que la mayoría se retirara del lugar ya que el doctor parecía querer decir algo en privado.
"En cuanto despierte sería bueno empezar con alimentos sencillos como papillas o sopas con el fin de incrementar sus defensas, la herida en su pie necesita un tratamiento diario para eliminar cualquier cicatriz y aún no sabemos las secuelas mentales que sufrirá en el peor de los casos."
"¿Enfermedad mental?"
Dijo el marques con poca fuerza.
"Señor, no quiero adelantarme a los hechos pero si algo ocurrió durante el tiempo que estuvo perdida lo más probable es que haya desarrollado algún trauma."
"..."
"¿Doctor?"
La marquesa observó al hombre de gafas e insistió en que él hombre escondía algo.
"¿Cuánto tiempo estará así?"
Preguntó con miedo la mujer dándose cuenta de la sorpresa que se llevó el médico al escucharla, esto solo indicaba que había otro noticia.
"No lo sé."
"...!"
Las lágrimas que la dama había estado aguantando frente a los demás empezaron a caer una por una en silencio, caminando a pasos cortos hasta llegar donde su hija.
"¿No lo sabe?"
El marques estaba perdiendo nuevamente la paciencia, de entre los ocho doctores que habían revisado a su hija solo el último parecía tener noción de algo, es por ello que permaneció en silencio, pero su hija aún no despertaba y ¿No sabía?
"Sus signos vitales todavía no son débiles por ello no corre riesgo, probablemente sea debido a la desnutrición y el cansancio, sin embargo es importante que recupere su energía, si no despierta dentro de dos días como máximo entrará en un estada vegetativo y tendremos que administrarle alimento de alguna manera."
Al escuchar que se quedaba sin tiempo para salvar a su hija tanto el Marques como su esposa perdían la esperanza, sin embargo, la voz de alguien interrumpió en la habitación.
"¿Qué pasa si se cuenta con poder divino?"
Pronto la esperanza de los padres creció al darse cuenta que había otra manera de salvar a su hija.
"Si se trata del poder divino es posible ayudar a la señorita aún cuando esté dormida, pero..."
El médico no quería interponerse en tema de nobles, pues era bien sabido que solo la familia imperial podía hacer uso de tal bendición.
Su rostro lo decía todo, a menos que el Marques entregara algo de interés al emperador sería imposible tener en cuenta dicha alternativa.
"Es mejor que me retire."
(...)
Los sirvientes que esperaban saber algo de su señorita estaban ansiosos al ver que el último doctor abandonaba la mansión, hasta llegar la media noche la mansión estaba completamente silenciosa a excepción de una habitación.
Aquellos que pasaban por los pasillos podían escuchar voces viniendo del despacho del Marques, donde padre e hijo parecían estar discutiendo.
No pasó mucho hasta que un carruaje llegara a la entrada y que el joven amo partiera hacia quien sabe donde de forma apresurada.
Llegando el amanecer solo unos cuantos entraban a la habitación de la pequeña dama para mantener el lugar limpio y junto a la niña siempre estaba la Marquesa, por otro lado el Marques al haber estado ausente por varios días tuvo que ponerse al día con el trabajo aún cuando no estaba en buenas condiciones debido al estrés y cansancio.
Seshia, quien permanecía en su habitación incluso luego de que su padre regresara estaba sumamente enojada, no entendía porque hacían tanto alboroto, lo peor de todo es que incluso su hermano no estaba.
La fiesta de té que celebraba en el balcón de su habitación bajo la luz del sol tampoco la animaba.
"Que aburrido."
Las muñecas con las que solía jugar o los postres que sabía disfrutar ya no tenían sentido.
Era a horas del medio día que su madre visitaba su habitación para pasar tiempo juntas, pero desde que la niña a la que tanto odiaba había regresado las cosas cambiaron repentinamente.
"¿No tiene curiosidad, señorita?"
Dijo una de las sirvientas que siempre la acompañaba.
"..."
Simplemente decidió ignorarla, no quería saber nada de la bastarda.
"Se dice que el Marques visita a la niña de vez en cuando e incluso la señora pasó la noche allí."
"...!"
Desde que su padre regresó no lo había visto y tampoco a su madre, ya que pensó que ellos las buscarían primero como siempre, pero como ya se estaba volviendo costumbre todo era culpa de la niña nueva.
"...!"
Para su alegría, un carruaje muy llamativo llegó a la mansión y de este bajaba su hermano, emocionada se levantó de aprisa, sin embargo quedó completamente congelada a los segundos.
"¿Quién es él?"
De entre los niños a los que ella conocía, pensó que este era el más bonito de todos.
Tras el heredero de los Agnes se hallaba un joven de aspecto poco común entre los nobles, esto era debido al color moreno de su piel y el azul de sus ojos.
Aquellos que lo veían caminar se preguntaban como era posible mantener la elegancia aún cuando el traje no estaba completo, hipnotizados por las joyas azules que veían todo sin algún tipo de emoción fue como se describió al heredero de la casa más importante en el imperio.
"¿Por qué el joven amo trajo a su amigo?"
Los sirvientes no entendían la situación, pero claramente frente a ellos no parecía haber un niño de once años.
Era imposible que alguien tan joven de una impresión tan misteriosa.
Un Aron cansado daba ordenes a los sirvientes para que muevan el equipaje de su invitado y así mismo enviando un mensaje a su padre con el mayordomo de su llegada.
"Tu habitación estará lista en poco tiempo-"
"¡Hermano!"
La aparición de Seshia desde el segundo piso llamó la atención de todos, la emoción en su rostro era muy obvia y en cuanto estuvo cerca de Aron o mejor dicho del invitado quedó aún mas encantada.

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REVENGE
Random"Ódiame si eso te hace sentir mejor." No importaba en lo mínimo. "Porque aún así me perteneces."