NUEVA YORK
Abrí los ojos, desorientada, sin tener idea de dónde estaba. Examiné la habitación hasta que vi una identificación en el escritorio: Gema Lancaster.
Oh, mierda. Estoy en un maldito libro. Debí haber prestado más atención cuando mi secretaria hablaba de esta novela. ¿Cómo demonios es esto posible?
Me detuve frente al espejo, llevada por la curiosidad de ver este cuerpo. Llevo media hora mirándome. Admito que es realmente hermosa.
Los recuerdos de la noche anterior aún me duelen como una puñalada. Debería haberlo asesinado; cometí un error demasiado grande. Pero esta segunda oportunidad… tal vez no sea tan mala después de todo. Sigo teniendo el conocimiento de todo lo que creé en mi vida pasada.
Y por eso debo convertirme en alguien indestructible. Volveré a fundar mis empresas y a obtener todo lo que la Gema original jamás logró.
Dos meses después.
Adaptarme no fue difícil. Después de todo, soy una soldado. Mi entrenamiento es de los mejores, y en secreto he comenzado a trabajar en algunos prototipos. Nadie sabe nada.
Me formo erguida junto a mi compañero, esperando la llegada de alguien importante que viene a vernos disparar a larga distancia. Estamos en el campo de tiro del Pentágono. Llevo puesto mi uniforme militar, que se siente un poco ajustado debido a estas intensas semanas de entrenamiento.
Desde atrás, escucho unas pisadas fuertes que resuenan en el lugar.
—Mierda, está guapo —susurra alguien.
Giro la cabeza y lo veo. Ya me habían hablado de él, pero se quedaron cortos. Viene acompañado de otros dos hombres.
Nuestros ojos se encuentran. Le sostengo la mirada hasta que él alza una ceja y me guiña un ojo.
—¡Preséntense, soldados! —ordena nuestro coronel.
No sé en qué momento el hombre llegó frente a mí.
—Gema Lancaster —respondo con firmeza.
—Es un gusto conocerte, Gema —dice, evaluándome con una leve sonrisa—. El coronel me ha hablado de ti; se dice que eres un prodigio.
—El gusto es mío, señor —respondo.
Las pruebas fueron rápidas, y lo admito, me fue bastante bien. Supongo que un mes de preparación no fue en vano. Ahora, después de un intenso día, me estoy tomando un baño. Termino de lavarme el cabello y empiezo a secar mi cuerpo. Tengo mucho trabajo por delante, así que debo alistarme rápido.
Me pongo una blusa limpia y el pantalón, guardo mis cosas en el bolso y me dirijo al pasillo. Mi objetivo es llegar al dormitorio cuanto antes. Sin embargo, una voz interrumpe mis pensamientos.
—Señorita Lancaster.
Es él, con su sonrisa ladeada, mirándome de nuevo.
Me detengo, observándolo. Lleva un traje negro que le queda bastante bien, y me toma unos segundos responder.
—¿Señor? ¿Necesita algo? —lo analizo mientras espero su respuesta.
—Me preguntaba si le gustaría salir a cenar. He estado revisando su trabajo y me encantaría hablar sobre ello.
No es mala idea. De hecho, no he cenado.
—Claro, señor. Déjeme llevar esto a mi habitación y nos vemos.
—Pasaré por usted a las ocho —dice, y se aleja.
Me quedo ahí, mirando el pasillo por donde se ha ido, tratando de procesar lo que acaba de suceder.
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Hola!!
Este cap fue algo corto pido disculpa prometo que los otros serán más largo
Nos vemos en la próxima actualización
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Renacida.
FanfictionSe me había dado una segunda oportunidad y no estoy dispuesta a desperdiciarla es por eso que me volveré indestructible