Capitulo 46

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Gema.

Estoy sentada en mi oficina, rodeada de informes y decisiones que debía tomar. El teléfono sonó, sacándome de mis pensamientos. Era Max.

-¿Listas para la reunión? -preguntó.

-Sí, que entre Stefan -respondí, sintiendo cómo la tensión de la promesa que le había hecho a mi amigo comenzaba a disiparse.

Había estado ocupada lidiando con la política y la seguridad de la ciudad, pero sabía que debía ayudar a Stefan a recuperar lo que le pertenecía.

Cuando Stefan entró, su ansiedad era notable. Se sentó frente a mí, la incertidumbre reflejada en su rostro.

-Hola, Gema. Max -saludó, su voz nerviosa.

-Stefan, tengo buenas noticias -comencé, intentando transmitirle seguridad. Mi oficina era mi refugio, un lugar donde podía controlar el caos que me rodeaba.

Max abrió la carpeta que había traído, organizando documentos como si fuera una batalla que debíamos ganar.

-He revisado la situación de tu herencia, y creo que tenemos una estrategia sólida -dijo Max, su tono firme y decidido.

Stefan me miró con ojos esperanzados.

-¿De verdad? ¿Crees que puedo recuperar lo que es mío?

-No solo lo creo, lo sé -respondí, sintiendo que mi confianza podía contagiarlo-. Estás en una posición fuerte. Te ayudaré a luchar por lo que te pertenece. No permitiré que esa gentuza se salgan con la suya.

Su expresión se iluminó ligeramente, como si el peso de la incertidumbre comenzara a levantarse.

-¿Y qué necesitamos hacer ahora?

Max se inclinó hacia adelante, explicándole los pasos a seguir.

-Necesitamos recopilar toda la documentación que puedas conseguir. Luego, programaremos una audiencia para presentar tu caso. Con la información que tienes y el respaldo de Gema, estoy seguro de que triunfaremos.

Asentí, reforzando la confianza que le estaba brindando.

-No te preocupes, Stefan. Vamos a luchar por tu herencia.

Sentí una oleada de satisfacción al ver que, a pesar de la presión de mi trabajo, podía hacer la diferencia en la vida de alguien que lo necesitaba. A veces, el poder significaba usarlo para ayudar a aquellos que estaban dispuestos a luchar por lo que les pertenece.

-Bien si eso es todo yo debo irme, mi emma me espera.

Suelto una risita por qué mi hermanita es quien manda en la relación.

Después de que Max se despidió y salió de la oficina, la atmósfera cambió. Me quedé sola con Stefan, y el silencio se hizo presente. Había pasado tiempo desde que nos vimos, desde el beso que me había dado y su confesión. Sabía que era un momento delicado.

-Bueno, parece que nos hemos quedado a solas -dije, intentando romper el hielo.

Stefan sonrió, pero había una tensión en su mirada.

-¿Seguimos siendo amigos verdad?- le pregunto al ver callado.

-¿Gema Lancaster pidiéndome que sigamos siendo amigos? Eso es nuevo -bromeó, su tono ligero contrastando con la seriedad de la situación.

Me reí, agradecida por su sentido del humor.

-Lo sé, suena un poco raro, ¿verdad? Pero en realidad, quiero que sepas que valoro nuestra amistad.

Renacida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora