Una Historia Muy DxD | [FINALIZADA]

Capítulo 2

E-Esto no puede ser real. Esto es imposible.

¿Cómo puede un personaje ficticio estar de pie frente a mí?

Si no mal recuerdo, el nombre de este chico era Motohama, ¿no?

El segundo mejor amigo de Issei después de Matsuda, y junto a ellos, forman el Trío Pervertido más odiado de Kuoh y quizás de Japón.

Para los ojos de las mujeres, este tipo de chicos son los que más odian y peor les caen, aunque no le hallo la razón para esa toxicida tan absurda.

Digo esto del lado sexual, o sea, no tiro del lado que ya me imagino que están creyendo, a lo que me refiero es que, un pervertido sabría hacer mejor las cosas en una noche íntima que un chico sin experiencia, todo gracias a mirar esos videos hechos por profesionales, de esa forma aprenden y, en un futuro distante, puede caber la posibilidad de poner a prueba esos actos impuros junto a sus novias y hacerlas sentir mejor que simples humanas. Por así decirlo, sentirán el toque divino de un pervertido.

No estoy defendiendo las atrocidades que hacen cuando espían a las chicas y hablan sobre sus figuras frente o a espaldas de ellas, eso está mal, yo lo sé, pero también hay que ver los pros y contras de estar con un pervertido y un chico que no ve lo mismo que uno como Motohama o Matsuda, Issei tendrá la vida hecha después de conocer a Rias y su grupo.

Motohama: ¡Oye, tonto, es hora de ir a la escuela y ver las-!

Ya sabía lo que iba a decir, así que para evitar que mis oídos se incomoden, le pegué un sticker en medio de los labios, lo cual hizo lo que quería al callarlo.

- Sé lo que hago con mi vida, debería darte igual si la desperdicio o no.

Motohama: La verdad es que me da igual tu vida, a pesar de lo mucho que te he detestado, mi madre me importa más que nada en esta vida, y como ella se preocupa por ti, debo también poner de mi parte y echarle una mano al llevarte a la escuela.

- Cosa que no has podido hacer en las dos semanas de clases que llevamos en el principio del año. -contesté sin ganas de seguir conversando.- Ahora me cambio, si es que me dan ganas.

Motohama: Sabía que no podrías resistirte a las amenazas de este chico rudo.

A partir de este momento decidí ignorar a Motohama para ir al baño, darme una ducha rápida, ponerme el uniforme escolar masculino de la Academia Kuoh y salir para ordenar la mochila que utilizaré este año.

Con esto dicho, pareciera que acepté demasiado rápido mi situación, ¿no?

Pues, a decir verdad, no me queda de otra que resignarme y vivir mi nueva vida en esta realidad paralela.

Esa parte de mi personalidad es algo de lo que me sigo sorprendiendo. Que, a pesar de estar experimentando algo que aterrorizaría a cualquiera y quedarían peor que saber que murieron para llegar a este mundo, a mí me da igual todo eso y, de alguna forma, me conformo con la poca información que tengo y vivo con ello.

- Vete tú, Motohama, yo sabré como llegar y es probable que más rápido que tú. -le dije tras haber terminado de organizar mi mochila y buscar la ubicación de la Academia Kuoh.

Motohama: He ido a esa escuela tantas veces que sé perfectamente los mejores atajos para llegar en el menor tiempo posible, ¿qué te hace pensar que podrás superarme en ese aspecto?

- Ajá, lo que tú digas. -dije saliendo del hogar de la familia de Motohama.

Motohama: ¡Oye, ¿qué haces?!

- Me robo tu bicicleta, ¿qué más?

Ya estando subido en el vehículo, comencé a pedalear y dejar de escuchar los gritos de desespero de Motohama, alejándome de su casa y acercándome a la escuela que iré todos los días, ya sea para simplemente asistir, o para ver a los personajes de este mundo.

Solo espero no llamar tanto la atención.

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-08:25 a.m.-

Si pudiera explicarles mi situación con mayor detalle, les juro que lo haría sin dudarlo, pero no puedo porque tampoco entiendo lo que me está sucediendo.

Después de llegar a mi nueva escuela, dejé la bici que le robé a Motohama en el estacionamiento para este vehículo y entré a la estructura principal de esta institución. Otra cosa que me sorprendió fue ver a la Sona Sitri real en la entrada a la academia junto a la Vice-presidenta del consejo estudiantil esperando el ingreso de todos los estudiantes antes del inicio de la jornada de hoy.

No quisiera sonar como un simp, pero tengo que decir lo encantado que me quedé con el primer vistazo que le di a Sona, mi mundo se volvió rosado sin haber cruzado ni una sola palabra, el verla fue suficiente para mí. 

La presidenta es, en mi humilde opinión, la chica más hermosa que he visto en toda mi vida, y lo más seguro es que no logre llamar su atención ni aunque cometa las mismas locuras que el Trío Pervertido o peores, sé que ella espera a la persona correcta para desempeñarse como su futuro esposo y yo no soy el afortunado que se quedará con ella.

Otra cosa que noté esperando el timbre del inicio de las clases, fue la cantidad de miradas que estaba recibiendo por la gran mayoría de los alumnos y alumnas, lo raro era que no percibía ningún tipo de amenaza en sus ojos, como corazones o una flamita que me deje adivinar lo que piensan de mí con solo verme.

- ¿Me habré olvidado de cerrar la cremallera del pantalón? -me pregunté y me revisé, adivinando la razón de las múltiples miradas.

Me ha pasado muy seguido que se me olvida cerrar la cremallera del pantalón porque estoy tan acostumbrado a usar pantalones simples que, el cerrar algo que está ahí abajo desapareció de mi cerebro, ya no existe ese músculo en mi mente.

- Ya decía yo... -dije y suspiré aliviado, pero luego recordé el tipo de mundo en el que estoy.- Bueno, hasta aquí llegó mi decencia y buena imagen pública.

Cometer este tipo de errores en un mundo donde te pueden juzgar por el más mínimo malentendido, es como condenarte a una vida llena de desprecio, burlas o, si prefieren ir a lo extremo, unas buenas palizas en la parte trasera de la escuela.

- Disculpe, ¿no es usted el alumno Darío Tapia? 

Escuché un nuevo timbre de voz entonarse y hacer presencia desde mi espalda, sonando como una chica muy estricta y seria con lo que sea que vaya a hacerme, y espero que no termine como estoy imaginando.

Darío: ¿S-Sí? -respondí y me di la vuelta para ver a la persona que reclamaba por mi nombre.

Sona: Sígame, por favor, necesito conversar algunas cosas con usted en la sala del Consejo Estudiantil.

Amigos, si están viendo esto, llamen a Kratos y díganle que morí por una Diosa Demonio.

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