Capítulo 10

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[Narra: Darío]

Muy bien, mi grito de celebración fue demasiado exagerado. Además de ganarme una cita en detención, también me llevé todas las miradas de mis compañeros, algunos se reían, otros ignoraban y, los pocos que me conocían y podían contarse con los dedos de una sola mano se preocuparon.

Viendo el lado positivo, al menos tendré tiempo libre suficiente para crear los planes de entrenamiento de Xenovia, Koneko, Kiba y Asia. Otro punto al que puedo hallarle positivismo es mi mente creativa, ésta se encargará de imaginar entrenamientos que realmente pueda servirles de algo a los miembros más inteligentes del séquito de Rias.

En un principio pensaba en tener una batalla amistosa con ellos para conocer las falencias de cada uno, pero lo consideré y rechacé rápidamente al recordar que no tengo poderes, solo conocimiento. Básicamente, me siento como el protagonista de uno de los juegos de Fire Emblem, donde soy el cerebro estratega, y los que pueden pelear o tienen experiencia en batallas reales, se encargarán de enfrentar a los bandidos que se crucen en nuestro camino.

Si fuera el Rey del Séquito de Rias, ya habría creado cientos de tácticas y formaciones estratégicas para arrinconar a Raiser sin desperdiciar piezas como lo hizo la pelirroja en su primer Rating Game.

- ¿Darío-kun, qué haces aquí? -me preguntó una chica de cabello blanco que conocí en medio de uno de mis castigos.

- ¿Darío-kun, qué haces aquí? -me preguntó una chica de cabello blanco que conocí en medio de uno de mis castigos

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Darío: Pensé en voz alta, el profesor me escuchó y me echó sin pensarlo dos veces. ¿Y tú, Momo, por qué estás en detención?

Momo: Me quedé en el Consejo Estudiantil revisando algunos documentos que me faltaron ayer, y por querer cumplir esa obligación perdí el tiempo, llegué tarde a la clase y sin dejar explicarme, la maestra decidió castigarme y mandarme a detención.

¿Soy yo o los profesores no han tenido sus dósis de sexo y por eso están muy rompe pelotas? Es comprensible que a mí me hallan regañado y obligado a ir a detención, pero lo de Momo me sorprende, porque, la maestra debería haberla dejado pasar sabiendo que Momo es la secretaria del Consejo Estudiantil, un puesto muy difícil de desempeñar, en el cual es obvio que el tiempo entre su trabajo y las clases se le complicará mucho, por lo que llegará tarde bastante seguido.

Darío: Qué mala suerte la tuya, lo mío es comprensible, pero lo tuyo sí que es mala suerte.

Momo: Ni siquiera me dejó explicarme. En fin, ¿qué te gustaría hacer mientras estamos castigados?

Darío: Tengo varias ideas.

Momo: Hagamos todas entonces.

Y así fue mi cita en detención, con Momo.

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-07:45 p.m.-

Koneko: Por fin llegan. -dijo al vernos ya en la entrada a su casa.- Pasen.

Xenovia y Asia fueron las primeras en ingresar y yo fui detrás. De camino hacia este santuario gatuno no dije nada, tampoco hice ningún ruido aparte del sonido de mis zapatos chocando contra el suelo, solo oía lo que Asia y Xenovia conversaban delante de mí, ya que ellas sabían perfectamente dónde estaba la casa de Koneko, por lo que se encargaron de liderar el trayecto.

Kiba: Hola, Xenovia-san, Asia-san y Darío-kun.

Le saludé con la mano levantada y en silencio fui a sentarme a uno de los sofás de la sala de Koneko.

Xenovia: Je, me había olvidado que nos seguía.

Asia: Creí que Darío-san se había ido o aburrido de nuestra conversación.

Koneko: Él prefiere estar callado la mayoría del tiempo, no le gusta gastar saliva innecesariamente.

¿Eh?

Koneko me conoce demasiado...

Sabía que no debí aceptar ese 1v1 en CS:GO con apuesta, me voló la raja en buen chileno. 

Kiba: Ya est-

No pudo continuar por el sonido del timbre del hogar de Koneko, la cual fue a ver de quien se trataba, yo me quedé en mi lugar, revisando lo que anoté en mi celular según lo que se me iba ocurriendo para un entrenamiento eficiente y gratificante.

Para mi mala fortuna, esos planes que había completado en mi mente se deshicieron con la llegada de Rias, Akeno e Issei a la sala de Koneko.

Rias: Oh, Darío-kun, qué bueno que estás aquí.

Cabe la posibilidad de que Sona haya hablado con ella y le haya convencido de que soy la persona indicada para llevarla a la victoria, de lo contrario, no me podría explicar que Rias venga "convenientemente" a la casa de Koneko a conversar con ella y que justo haya sabido que estoy aquí, hablándome con demasiada amabilidad a comparación de cómo me trató hoy en su club.

Darío: Ya me dieron ganas de irme. -dije cambiando mi atención hacia mi celular.- Supongo que viniste a perjudicar a tus siervos.

Rias: Nop, de hecho, es al contrario, he venido a pedirte que los entrenes, que los ayudes a fortalecerse, y no solo a ellos, sino que también a mí, por favor.

Que alguien me mate por favor, esto está yendo demasiado rápido.

Darío: ¿Sabes qué es lo bueno de estar tan solo en la escuela? 

Rias y los demás pusieron todos sus ojos sobre mí, incomodándome por recibir la atención de todos, lo bueno es que supe mantener la compostura y seguí hablando.

Darío: Es que tengo todo el tiempo del mundo para invertirlo en crear planes de entrenamiento para todos ustedes, incluyéndote, Rias-san.

Issei: Eso sonó más patético que-

Darío: Que dependan de ti es más patético que mi deprimente soledad. -respondí al instante.- No sé cuánto tiempo demore Raiser en venir a molestar, lo único que sé es que este entrenamiento mejorará lo que les hace falta para mejorar, tanto como demonios, como personas en general.

Cada uno recibió un cuadernillo donde tenía anotado los pasos del entrenamiento de cada uno, las instrucciones, ejemplos e ilustraciones de los efectos que dan los frutos de esos ejercicios.

Darío: A partir de ahora, ya no dependen de mí para hacerse más fuertes, les di un entrenamiento, es decisión suya seguirlo o ignorarlo, yo me las piro vampiro. -dije levantándome del sofá y dirigiéndome hacia la salida.- Y dile a Sona que cumplí con mi castigo, o me suicidaré por el bien de la trama.

Rias: ¿Eh?

Todos estaban tan concentrados en leer las instrucciones de sus entrenamientos que, la propia Rias, no alcanzó a oír lo último que dije, con eso mi libertad se ha completado al cien porciento.

Como había dicho, ahora depende de ellos mismos si quieren fortalecerse o seguir dependiendo de la paupérrima fuerza que Issei tiene, en este punto de la historia no tiene lo suficiente para enfrentarse seriamente a Raiser, o a su rival, Vali, esos dos le pueden aplastar en segundos y eso dejaría al séquito de Rias indefensos.

...

Darío: ¿Eh? -expresé al abrir los ojos y reencontrarme con mi cama, mi habitación y mi ciudad natal a través de la ventana.- Por favor no...

Una Historia Muy DxD | [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora