Capítulo 17

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[Narra: Darío]

El tercer día ha llegado, ayer, con mi familia salimos a explorar las dunas y saltar entre arena, lo malo es que casi me hundo y me muero, pero lo pasé excelente, estuvo divertido. Luego, fuimos a almorzar a un restaurante peruano, allí aproveché para probar el Caldo de Gallina que tanto me hacía ilusión, y, un poquito de ceviche peruano, mi abuela hace uno diferente, pero igual le queda exquisito.

En medio de nuestra degustación, Gabriel y Michael se nos unieron, pidiendo la chica lo mismo que yo, y Michael decantándose por el Ceviche y Chicha Morada. Gabriel disfrutó la sopa tanto como yo, no había platillo más rico que el caldo, además, a una temperatura perfecta para soportar los gélidos vientos andinos que te podrían congelar si no estás acostumbrado a sentirlo.

Después de eso, Gabriel y Michael estuvieron el resto del día con nosotros, conversando con mi familia y yo... bueno, como no soy una persona muy social, me concentré en jugar a Stardew Valley en mi teléfono lo que quedaba de tarde.

Llegada la noche, Gabriel nos invitó a cenar a la casa que comparte con su hermano, ellos querían celebrar la amistad que habíamos estado formando desde hace dos noches atrás, mi familia aceptó, y yo rechacé, entré al cuarto que compartimos todos para dormir y me quedé a jugar un poco más en mi celular.

Al ser de los primeros en despertar, me bañé primero, me cambié de ropa y me preparé un desayuno simple; una taza de té y unos panes con mantequilla.

Tras eso, salí de casa y me senté en una silla que estaba junto a una mesa, allí me dispuse a desayunar mientras sentía la brisa del viento y veía los autos pasar. Por parte de nuestros vecinos pelidorados, la chica de ese dúo salió de su casa con una taza en mano y se acercó a mi mesa, se sentó y dejó su desayuno frente a ella.

Darío: "Buenos días, Gabriel." -saludé y la vi sonreír tras oirme.

Gabriel: "Buenos días, Darío." -dijo sonriente como un ángel.- "¿Qué tal fue tu mañana?"

Darío: "Meh, no me puedo quejar, fue tranquila por lo menos, y ahora que tengo una agradable compañía, ha mejorado un montón." -contesté y la vi desviar la mirada de mí.- "¿Y a ti cómo te trató el amanecer?"

Gabriel: "Me dio un buen trato, dormir temprano fue revitalizante como siempre. Y, al igual que en tu caso, Darío, tu compañía es lo único que me relaja en estos días tan ajetreados."

Espera, ¿Gabriel me está coqueteando o ese comentario fue involuntario?

Gabriel: "¿Por qué no quisiste cenar con nosotros anoche, Darío?" -preguntó con intenciones de cambiar de tema.

Darío: "No tenía muchas ganas de cenar, sobretodo porque en la tarde comí como nunca." -respondí con total honestidad.

- "Oh, Gabriel, al fin te encuentro." -dijo un hombre de cabellera rubia, a los costados negro, tez morena y perilla.

Una Historia Muy DxD | [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora