Una Historia Muy DxD | [FINALIZADA]

Capítulo 14

[Narra: Darío]

Creo que la situación se puso seria, Sona no solo ha estado inquieta, también Rias y sus séquitos, puesto que, intensificaron sus entrenamientos e irregularizaron sus alimentos, llegando al punto en que sólo tomaban agua durante y después de los ejercicios.

Si realmente me preocuparan, y me importaran, haría algo al respecto y les aconsejaría que el entrenamiento que les pasé era para que lo adecuaran a sus limitaciones.

Pero, soy demasiado flojo para levantarme de mi cama e ir a la casa desocupada que les presté.

Y, otra cosita muy chiquitita que quizás estoy pasando por alto es la peculiar visita de la hermana mayor de Sona. No quiero decir nada irrespetuoso, frente a ella. Para eso tengo mi mente, y espero que no sepa leerla, porque estoy muy seguro que me romperá el hocico en esta y en las tres próximas vidas si es que me encuentra apenas renaciendo.

Recuerdo haberle pedido a Sona que se contactara con Serafall, pero también recordé en uno de mis entrenamientos manuales, jugando videojuegos, que para que Sona se teletransportara junto a Rias y sus séquitos, tuvo que hacer una videollamada conmigo, lo cual, equivale a usar y sacrificar su propio teléfono, por lo que su dispositivo móvil se quedó del otro lado del mundo, y quizás multiverso, si es que existe uno.

Me di cuenta de ese error de cálculo cuando recibí la llamada del teléfono de Sona, pero, la propietaria de este número podría haber venido a buscarme a mi cuarto con un círculo mágico si necesitaba algo de mí.

Al contestar y escuchar una voz diferente, cuyo tono era serio pero a la vez infantil, me obligó a usar mi cerebro y hacer recuento de los personajes a los que les podría pertenecer este timbre de voz.

Demoré tanto que la propia Serafall tuvo que decírmelo, pidiéndome que la pasara a su hermana menor, y a menos que Lucifer pueda fingir una voz así, deduje enseguida que se trataba de la Maou Leviatán preocupada por su So-tan.

Ahora bien, entrando en el tema que nos convoca el día de hoy, la reunión de las hermanas Sitri. Como se lo había recomendado Sona para no tener problemas con el Cielo, más con Gabriel, Sera bajó su nivel de poder mágico y lo redujo a la misma escala que el de un humano promedio, o sea, casi nada. Ni yo podía sentirla, y eso que no sé usar magia.

Serafall: "Con que así está la situación, eh... tener que recurrir a medidas extremas no es algo que acostumbres a planear, So-tan." -dijo tras escuchar lo ocurrido en Kuoh y la razón de que Raiser haya invadido la base de su hermanita.

Sona: "Sí, tuve que usar a un amigo humano para poder salir con vida de esa situación, de lo contrario, no tendríamos una oportunidad para vengarnos y retomar nuestra base."

Serafall: "Y ese amiguito, eres tú, ¿no es así?" -preguntó dirigiéndose a mí.

Para sorpresa de todos, incluso de Serafall, estaba jugando Minecraft en medio de la conversación.

Darío: "¿Ah, qué? Ah, sí, hola, me llamo Darío y mi raza es probablemente la más conocida entre los humanos, mi mamá incluso me identifica todos los días como un flojo de porquería." -respondí tras ponerle pausa a mi juego.- "Conocí a Sona en un contexto muy... peculiar."

Serafall: "¡Oh, eso me interesaría escuchar!"

Sona: "No creo que sea momento para eso."