XX

131 20 3
                                    


Espera verlo esa mañana, necesitaba hablar con él, contarle todo lo que había pasado, sus pensamientos al respecto y las posibilidades que tenían. Taehyung no le contestaba el teléfono, pero sí leía los mensajes... la verdad es que estaba un poco asustado.

Tan solo llevaban unas semanas de noviazgo y ya habían empezado los problemas entre ellos, ¿era así como debía ser?

Lo cierto es que él no daría su brazo a torcer, no era de esas personas que huían de sus problemas. Él quería a Taehyung y haría lo que estuviera a su alcance por sacar la relación a flote, esto era solo un tropezón, ¿cierto?

—Profesor Jung —le dijo Rossy en cuanto pasó a buscar su horario a recepción —. Oh, por dios, ¿qué le pasó en el rostro? —preguntó ahogando un chillido.

—Oh, no te preocupes, no es nada —respondió zafándose del agarre de la mujer, quien se veía severamente consternada. —Solo tuve un accidente tonto en mi jardín.

—Pero usted vive en un décimo piso.

—Oh jajaja, me refiero al jardín de mis padres —esbozó una gran sonrisa porque sabía que la mujer se iba a distraer con sus encantos.

Te vas a ir al infierno por mentiroso, Hoseok, se dijo.

—Oh, ya veo —murmuró sin quitarle los ojos de encima —. Ah, por cierto, hay un apoderado esperándolo en su oficina —anunció secamente.

—¿Dejaste pasar a un apoderado a mi oficina? —preguntó alzando las cejas, 

Fingió estar molesto porque debía controlar su emoción.

—Lo siento, él no quiso esperar aquí —Rossy se veía apenada, pero la mujer sabía más que bien sobre la relación entre ambos.

—No te preocupes —suspiró —, para la próxima no dejes que nadie entre sin mi autorización, ¿sí?

Tomó su libro de clases rápidamente y trotó con disimulo a su oficina porque no podía esperar a estrecharlo entre sus brazos.

Al final, Taehyung sí había respondido a su llamado.

Abrió la puerta en dos movimientos y en pocos segundos estuvo dentro de su refugio, su nido de amor.

Taehyung lo esperaba sentado con las piernas cruzadas y el semblante serio. Hoseok supo de inmediato que toda su ilusión estaba a punto de irse por el escusado.

—Cariño, viniste—dijo tan pronto cerró la puerta con seguro —. Te extrañé... 

Se acercó hasta él, el menor estaba inmóvil en su asiento, apretando sus puños como intentando controlar la oleada de sentimientos en su interior. 

—¿Está todo bien? —le preguntó dudando si quería saber la respuesta.

Se agachó justo frente a sus rodillas, ese día vestía unos jeans gastados que permitían ver líneas de su piel castaña debajo de la tela. Apoyó la palma de sus manos en sus muslos, pero Taehyung no levantó la vista. Hoseok se detuvo un momento para apreciar al chico que tenía a tan solo unos centímetros, se preguntaba si ese era el final de aquella bonita historia de amor.

—Tae —murmuró —, mírame por favor.

El menor se hundió más en su asiento, negando con la cabeza.

—¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? ¿Quieres un vaso de agua?

Nuevamente una respuesta negativa.

—Me alegra mucho verte, ¿sabes? Te extrañé —le dijo dejando caricias en sus piernas.

Un padre dedicado - HOPEV {terminado}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora