XVI

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Le había mentido a Jimin, no tenía una reunión de emergencia con la psicóloga; tenía una reunión personal con el profesor de danza.

Se aseguró que Rossi no estuviera en el mesón de recepción para escabullirse sigilosamente por el pasillo donde estaba la oficina de Hoseok. Golpeó suavemente apenas una vez cuando fue tomado de la ropa y lanzado al interior como un muñeco de trapo.

—¿Buen día también para ti? —murmuró mientras era arrinconado contra un muro.

—Buen día, hermoso —le dijo mirándole los labios con deseo —. Te extrañé.

—Estuvimos toda la tarde juntos ayer —sonrió coqueto.

—Pues no deberíamos habernos separado.

Hoseok llevó sus manos a la cintura de su chico para acercar sus cuerpos a una distancia casi indecorosa. 

—¿Me dejas besarte? —le preguntó viendo cómo Taehyung se lamía los labios algo ansioso.

—Sí, pero —vaciló unos segundos —. Hay algo que debo pedirte.

Hoseok lo miró confundido separando levemente sus cuerpos para mirarlo mejor.

—¿Crees que... crees que podamos.... hmmm... crees que me puedas besar con lengua?

El mayor estalló en risas pues Taehyung lo había puesto muy nervioso con su seriedad.

—Bebé, pensé que me pedirías algo terrible.

—Pero me da vergüenza todavía —bufó haciendo un pequeño mohín.

Habían pasado varias semanas desde el encuentro en la piscina. Yoongi se había devuelto a la capital sin decirle nada a nadie, Taehyung estaba inquieto pues no le contestaba los mensajes con más que monosílabos y emojis de ok. Hoseok le había contado todo lo que había pasado entre ellos y el menor sólo quería decirle a Yoongi que estaba bien, que no estaba enojado con él... Pero después de conversarlo bien entre ambos, decidieron que lo mejor era darle espacio y tiempo para que ordenara sus pensamientos.

Ellos, por su parte, estaba en esa etapa de las relaciones en donde todo está bien y sólo quieres estar encima de tu pareja besuqueándose 24/7. Taehyung había descubierto que amaba los mimos de Hoseok, amaba la forma en que lo trataba con diminutivos, amaba la forma en que le enviaba flores al trabajo, en cómo todos los días le daba los buenos días, en cómo se preocupaba de que no le faltara nada a él ni a su hija. Los primeros días se sintió inseguro porque pensaba que tal vez Hoseok estaba siendo atento sólo porque quería acostarse con él, pero en cuanto le contó que tenía que esperar porque su tratamiento estaba recién regularizándose, el mayor lo tomó con la mayor calma y tranquilidad posible.

—No hago todo esto simplemente porque quiera acostarme contigo, TaeTae... o sea, obvio que quiero hacerlo porque eres la persona más sensual que conozco, pero no es lo único por lo que me gustas —le dijo un día cuando tuvieron una cita en un café.

Taehyung le había expresado sus inquietudes gracias a los consejos de Jimin, su amigo estaba siendo todo el soporte emocional que nunca había tenido para comprender y tratar sus relaciones amorosas.

—El tipo está totalmente muerto por ti, Tae — le comentó aquella vez—, algo me dice que puedes ser sincero con él, y ¿sabes algo? es mejor que lo averigües ahora antes de que sea demasiado tarde y pueda romper tu corazón. No esperes a llevar años con él para atreverte a hablarle sobre los miedos que tienes ahora.

Volvió en sí en cuanto Hoseok comenzó a acariciarle el rostro con suavidad. 

¿Todo bien? Taehyung asintió acunando su mejilla en la mano del hombre — ¿Seguro?  —insistió.

Un padre dedicado - HOPEV {terminado}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora